Asociación de Jardines Mediterráneos
Mediterranean Garden Society
La sucursal Costa Blanca da la bienvenida a todas las personas cualquiera que sea su nacionalidad a sus actividades. Es una sucursal multilingüe donde los idiomas más hablados son el castellano y el inglés. Las reuniones de la sucursal se llevan a cabo principalmente en la provincia de Alicante, pero también viajamos a Valencia. Nos encontramos en los jardines de los socios y amigos, y en otros jardines notables de la región, y cada año hallamos nuevos jardines para visitar. Escribimos un resumen de cada una de nuestras reuniones en el apartado de “Eventos Pasados” de nuestra página, La sucursal Costa Blanca. Estos informes muestran el rango de nuestras actividades y los tipos de jardines que visitamos. Cualquiera que esté interesado en la jardinería es bienvenido a asistir a nuestras reuniones.
Nuestros co-responsables de sucursal son Edith Haeuser y John Danzer: lea sus biografías aquí.
Las fotos en la parte superior de esta página muestran la Reunión General Anual 2018 de la MGS celebrada en la Costa Blanca: Alan que describe las especies de eucalipto en nuestro jardín (Carol Hawes); Almuerzo de paella (Karen Leathers); Miembros disfrutando de la visita guiada al jardín de Albarda (Karen Leathers); Jardín de rosas Turia y Ópera de Valencia (Alan Hawes); Grupo preparándose para visitar Central Park, Valencia (Alan Hawes); Central Park, Valencia (Alan Hawes).
Próximos eventos
Sábado 23 de noviembre - Crevillente y Catral
Visita a dos jardines y el mitín anual de nuestra sucursal
Este año el mitín anual se celebrará en el sur de la Costa Blanca, en el jardín de Moisés Grau en las afueras de Catral. El se inspiró en jardines romanos antíguos. Encontraremos árboles bonitos como la carrasca (Quercus ilex) y el alcornoque (Quercus suber), una colección de cítricos y una pergola encantadora plantada con muchos jazmines diferentes. Comida: 25€.
Pero antes visitaremos el jardín de Carol y Alan Hawes en las afueras de Crevillente. Todos lo conocemos bién de sus fotografías en nuestro grupo de chat, pero será un placer especial poder pasear por su jardín y disfrutar de una parte americana en cuyo centro está una Ceiba speciosa con flores rosas, de una parte africana con muchos aloes y una rosaleda con rosas que florecen en primavera y otoño. Destaca también una colección impresionante de eucalyptos australianos, todos hechos de semillas, algunos con flores preciosas de color rojo, rosa, blanco o amarillo.
Jardín de Carol y Alan (Foto: Alan Hawes)
Texto editado por Salvador Pastor
Eventos Pasados
Abril 2024 - Visita a un jardín en el Vall d’Albaida al sur de Valencia
En primavera visitamos el jardín de nuestros miembros Salvador Pastor y Paco Mengual en Ràfol de Salem al sur de Valencia. Salvador, agrónomo y profesional de horticultura, formando parte de los equipos técnicos que han dirigido y conservado el complejo y enorme desarrollo “verde” de la ciudad de Valencia durante los últimos 40 años, ha creado un jardín precioso con su pareja Paco Mengual. En sus palabras de bienvenida nos explicó como transformaron un terreno de viñas y frutales en un paraíso lleno de vida
Lirios marcando varios caminos, en el fondo un ciprés (Cupressus sempervirens var. horizontalis)
“… Es difícil definir en pocas líneas un jardín al que hemos dedicado tanto tiempo. Son ya más de 35 años desde que empezamos.
Todos somos jardineros. La jardinería nos ayuda de multiples maneras en nuestra vida diaria. Es normal compartir las percepciones y sensaciones que nos genera nuestra vinculación a la naturaleza y la vegetación. Llena nuestro tiempo libre de calidad existencial. Es una fuente de alegría perpetua ya que el tiempo que dedicamos al placer estético de la contemplación del jardín se transforma en recuerdos que hacen que esa belleza resida en nuestra mente como una reserva permanente de placer. Al final todos codiciamos vivir de nuevo, repetir esas sensaciones de felicidad y plenitud. Nos atrapan.
Rosa ‘Pullman Orient Express’, un rosal que ha sobrevivido los primeros años del jardín.
Antes (y ahora también) hubo que trabajar. Transformamos dos campos agrícolas aterrazados e irrigados. Fue un jardín de fines de semana durante 30 años. Primero eliminamos los cultivos, mejoramos el suelo y empezamos a introducir vegetación. Nuestra admiración por las multiples formas vegetales y el paisaje del territorio, los bosques y matorrales autóctonos, los jardines “antiguos” y los espacios que aún resistían con mucha biodiversidad se acrecentó cuando profundizamos en su conocimiento.
Perdonad la obviedad. Por supuesto también tuvimos trabajo duro, días grises y bastantes fracasos y decepciones pero la memoria es sabia y es imposible no edulcorar el pasado cuando sus resultados nos satisfacen. Entre 1990 y 1995 plantamos bastantes árboles, un 70 % caducifolios y un 30 % perennes. Eran muy diversos, sobre todo fresno de flor, robles de varias especies, cipreses y más, de entre 1 y 3 años, muy jovenes, (“vinieron” en el maletero del coche) y otras plantas con la idea que pudieran desarrollarse en forma libre, con la mínima poda que fuera posible, para ser únicas y diferentes. Buscar la belleza en la diversidad. Se plantaron creando ejes rectilíneos este-oueste que contrastaran con los volúmenes irregulares generados por el desarollo libre de los diferentes árboles. Un esquema sencillo, definido y contundente, para reforzar la libre expresión de la vegetación que, finalmente, se ha consolidado.
Fue, y lo continúa siendo, un gran placer ver crecer los árboles con intensidad a partir del tercer año. Potenció el vínculo que sentimos desde el principio. Tiempo de calidad vivido. Sobre el suelo mejorado, la percepción del crecimiento, tan vigoroso y rápido, de los árboles jóvenes nos deleitaba. La combinación con la variedad y el colorido de multitud de bulbos de flor de primavera, arbustos de flor y rosales, en aquellos años con tanto sol directo, era algo que nos parecía magia. Había muchas más flores que ahora. Construimos también una pequeña casa, un refugio.
En el camino hacia el Missena, en el fondo fresnos (Fraxinus ornus) en flor
Después vino la trabajosa conquista de las pequeñas terrazas en la ladera sobre el Missena. El perfil del jardín aterrazado sobre la ladera en declive hacia el río fue un nuevo lugar ganado diferente a las terrazas superiores. Permite visiones de los árboles y del espacio desde arriba y desde abajo al tiempo que comunica todo el espacio. Diferentes percepciones que enriquecen las sensaciones.
Desde que los árboles caducifolios alcanzaron pequeños volúmenes, a partir del sexto año, los largos días coloridos del otoño están muy presentes. También la instalación y el mantenimiento de comederos para pájaros durante años que hacen que el jardín sea un espacio vibrante de vida integrado plenamente en su entorno natural. Hoy nos domina la sensación de estar en un espacio abierto singular, casi onírico, totalmente envueltos e inmersos en la vegetación y los cantos de los pájaros. El jardín ya tiene mucho carácter espacial y estacional. Creemos que lo mejor es mantenerlo así y mejorar algo aunque no son posibles grandes cambios.
Fraxinus ornus
Recordar también nuestros 12 años de relación con el grupo de MGS. Muchas gracias por tantas visitas interesantes compartidas. Nos habéis abierto el conocimiento de nuevos jardines magníficos que nos inspiran. Hemos conocido y disfrutado de la companía de jardineros excelentes que nos ofrecen sus nuevas ideas, enorme conocimiento y larga experiencia. Estamos tan cerca de vosotros y seguiremos así. Agradecer especialmente a Edith Haeuser y John Danzer su reactivación de la actividad en 2022.
Nunca paramos de trabajar en la conservación del jardín. Como no podía ser de otra forma, hemos descubierto que trabajar cansa. También intentamos evitar la aceleración, las preocupaciones y controlar nuestros deseos. Son objetivos que nos acercan y conectan a una realidad natural tangible y vibrante. Intentamos que las decisiones que tomamos para la conservación del jardín sean reflexionadas tranquilamente, con tiempo, y abordamos cada cuestión desde diferentes enfoques. Finalmente vamos reforzando las cuestiones estéticas desde los condicionamientos técnicos para avanzar en conocer gente y nuevos jardines. Así varios jardineros profesionales contribuyen con su trabajo en la conservación.”
Fotografías contribuidas por Salvador Pastor y varios miembros.
Para la lista de plantas y más fotografías: Véase la versión inglesa.
Febrero 2024 - Jávea
Visita al jardín del paisajista Jan van Eijle y al colmenar de Eduardo Fernández en Jávea
Era un día espléndido, pero frío y de mucho viento cuando nos reunimos en la entrada del jardín que Jan van Eijle hizo para que sus clientes vieran diferentes posibilidades de jardines en nuestro clima. Primero Jan nos dio unas breves nociones de paleobotánica, indicando que antes de la última época glacial, que terminaba alrededor de 11000 años, España había tenido un clima tropical. También nos recordó que muchos árboles que hoy en día consideramos autóctonos habían sido importados a España. Uno de los más famosos es el Phoenix dactylifera, que los fenicios trajeron al país. Era la primera civilización del Mediterráneo que viajaba a otras costas para comerciar. Los dátiles tán ricos en nutrientes, minerales y vitaminas salvaron a las tripulaciones de caer enfermos. En la temprana Edad Media los árabes extendieron el cultivo de datileras. Hasta hoy en día los palmerales de Elche y Orihuela a poco más de cien kilómetros al sur de Jávea, son un monumento vegetal impresionante. Se estima que las primeras palmeras crecieron en el Polo Norte hace 50 milliones de años.
Como elemento decorativo la Cocos nucifera se ha puesto muy de moda en España, también porque no está afectada por el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una plaga introducida a través de las palmeras de Egipto y otros paises del norte de África al incio de los años noventa del último siglo. España fue el primer país europeo desde el cual el picudo rojo expandió rápido a otros países mediterráneos.
La entrada anterior a la finca con suculentas en el centro, agapantos y un seto de buganvillas en cada lado, y árboles de adelfas blancas que estarán espectacular en verano.
Después Jan van Eijle nos enseñó muchos detalles interesantes, entre cuales también una piscina ecológica sin cloro ni sal, pero con nenúfares que mantienen el agua limpia. Hubo otros dos elementos de agua que nos gustaron mucho: estanques circulares con el agua silenciosa que parecían espejos, reflectando las plantas y árboles de su entorno. Destacó también una bonita plantación en masa de Santolina chamaecyparissus en la parte mediterránea plantadas alrededor de algunas piedras llamativas del Montgó, la montaña situada entre Jávea y Dénia. Por supuesto, no faltaba un huerto con dos mesas de cultivo, una de madera y la otra de hormigón unidas de manera casi deconstruccionista.
Las camas de cultivo elevadas
Un detalle interesante está en la casa: un jardín vertical en la pared detrás de la escalera que sube a la planta superior donde Jan tiene su oficina. La bomba de agua está escondida bajo la escalera. Tres veces al día las plantas necesitan agua. La planta baja alberga una pequeña galería de arte.
El jardín vertical
Después fuimos a La Plana, que está alrededor de 130 metros de altitud, la llanura que sigue hasta el Cabo San Antonio donde termina la Plana con unos acantilados fascinantes casi verticales.
Jan explicó cómo se puede leer la historia de esta región en el paisaje: En el siglo XVI y XVII la producción de seda fue muy importante, y hasta hoy en día se ve en muchos jardines una morera (Véase también el Museo de la Seda en Valencia). Los trajes maravillosos de seda se ve todavía en las fiestas de los Santos, y especialmente durante la fiesta de San Juan en junio. En el siglo XIX la industria de la pasa fue todo un éxito. En muchas laderas y cuestas alrededor de Jávea y Dénia se ven todavía los muretes de las estrechas terrazas donde cultivaban las viña moscatel. Toda la gente secaba uva y eso se manifiesta también en las impresionantes casas antiguas con los “riu-raus”, una construcción al lado de la casa con arcos muy bonitos, y las “nayas”, terrazas cubiertas donde se secaba también la uva en esteras de caña.
Se exportaba mucha pasa a Inglaterra y Francia desde el puerto de Jávea y de Dénia, y hasta Estados Unidos. Hacia finales del siglo XIX llegó el insecto Dactylosphaera vitifoliae a España, una plaga desastrosa que gradualmente terminó con esta industria. En los años 1920 empezaron a importar pasas desde Turquía a Europa que resultaban más baratas, y así es hasta hoy en día.
Terminamos con la visita a las colmenas de Eduardo Fernández (Miel Montgó). El nos explicó que hay alrededor de 20.000 especies de abejas, pero solo la Apis mellifera (Apis europea) produce miel. Cada colmena tiene solo una reina, muchas obreras y zánganos. La reina es la única hembra en la colmena que reproduce. Las abejas obreras son todas hembras, y son todas hijas de la reina. Los zánganos protegen la colmena y se van para reproducir con otras reinas jóvenes que empecerán una nueva colmena. Aprendimos también que la miel es el único alimento que no se estropea nunca.
Después disfrutamos de la cata, con pruebas de diferentes mieles producidas por abejas coleccionando polen de varias plantas como el romero o el tomillo, también una miel de origen secreto. Todas tenían sabores muy distintas, pero la miel de origen secreto procedía de un supermercado, como Eduardo admitió al final y tenía un sabor desagradable de azúcar puro.
Nuestro grupo durante la cata de mieles
Texto Edith Haeuser
Editado por Laura Vidal
Fotografías por varios miembros de la sucursal
(Por favor, véase también la versión inglesa para más fotografías)
Noviembre 2023
Reunión de la sucursal en Jávea
Casi al final de noviembre asistimos a este evento donde pudimos disfrutar de la exquisita hospitalidad de John Danzer y Chip Allemann en su casa de las afueras de Jávea. Al igual que el año anterior también hizo buen tiempo así que pudimos disfrutar del jardín, charlar sobre nuestros placeres y problemas con la jardinería y también sobre nuestras preocupaciones por la falta de lluvia. No tuvimos verdadera lluvia de otoño. (Había mucha esperanza de que llegara en diciembre – pero resultó que no, como sabemos ahora.)
Después de unas deliciosas tapas en el patio verde configurado con ”paredes” de Trachelospermum jasminoides, GonzaloMorilla Holguín dió una charla sobre su trabajo. El es co-director y fundador de Locus Landscape Architecture en Madrid. Antes de crear su empresa actual trabajó durante cinco años a las órdenes de Fernando Caruncho como jefe de proyectos en paises tan diversos como Bélgica, Inglaterra, Suiza, Nueva Zelanda y paises de Golfo pérsico. En su página web Gonzalo Morilla escribió:
“El entorno está presente a nuestro alrededor permanentemente, pero es únicamente cuando el hombre se rodea de belleza y sentido comun cuando su mundo interior toma forma, ya que las piezas espíritu y naturaleza, encajan.”
Gonzalo Morillo durante su charla (Fotografía: Marie-Louise Niemeijer)
La charla resultó en conversaciones interesantes sobre los distintos puntos de vista que tienen coleccionistas de plantas y paisajistas. Sé que Gonzalo Morilla quedó muy impresionado por los conocimientos profundos sobre plantas de algunos miembros.
En el camino de vuelta a casa me di cuenta con gran satisfacción de que estaba ya anticipando nuestros eventos del 2024.
(Texto editado por Salvador Pastor)
Septiembre 2023
Visita al Parque El Recorral y al jardín de Ana Rodríguez.
Fue un placentero y veraniego día. Un grupo de 20 miembros visitamos el Parque El Recorral situado en los límites del municipio de Rojales, en el sur de la Costa Blanca, dentro de la comarca de la Vega Baja. Todo surge de una idea genial, la cual merece la pena copiar. El municipio de Rojales tiene una moderna depuradora de aguas en su límite sur. El agua depurada es conducida a un gran parque con cinco estanques de diferentes superficies. El agua fluye, en sucesivos torrentes, de estanque a estanque formando así un ecosistema fluvial único con una rica vegetación.
Un nuevo paisaje mágico
Nuestro grupo
En un área muy densamente urbanizada este parque se ha convertido en un ansiado “oasis” verde. Pedro Moya, biólogo y miembro de MGS, fue el responsable de la introducción de vegetación, principalmente plantas y árboles autóctonos. Primero hubo que restaurar el suelo, muy degradado, que fue regenerado con el aporte de toneladas de triturados vegetales. En una competición de artistas de toda España se seleccionó el mejor escultor de madera con motosierra para tallar esculturas a partir de un enorme tronco de árbol muerto que crecía en la entrada. Estas tallas de animales de madera añaden un elemento estético de interés a este espacio.
Unas esculpturas maravillosas
En todo el espacio encontramos bancos y mesas para picnic y también para disfrutar de las vistas sobre los estanques y del ambiente tranquilo, esa atmósfera que se ha generado por la utilización de vegetación autóctona junto a las omnipresentes superficies de agua.
Después de esta visita condujimos veinte kilómetros hacia el norte para llegar al jardín de Ana Rodríguez, cerca de Catral, donde se nos esperaba con una estupenda comida. Cuando nos sentamos en la mesa para la comida adverti, con satisfacción, que nuestro grupo es ahora mucho más internacional con la presencia de miembros de Inglaterra, Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, Suecia, Estados Unidos y, por supuesto, España, lo que refleja la realidad de la Costa Blanca.
Ana (a la derecha) y su tía a punto de servir la paella vegetariana hecha en casa
El conferenciante de este evento fue Antonio Ballesta, un joven biólogo y especialista en agricultura ecológica. Nos ofreció una interesante charla sobre mejora de suelos y sobre la obtención y mantenimiento de un buen compost. Un entusiasta del compostaje que nos trasmitió sus conocimientos para ayudarnos o iniciarnos en la obtención de humus.
El jardín sombreado de Ana Rodriguez: a la izquierda Parkinsonia aculeata, a la derecha Phoenix dactylifera, delante Portulacaria afra, en el fondo un joven olivo (Fotografía Ana Rodriguez)
La Vega Baja está a casi 150 kilómetros al sur de Jávea y es mucho más calurosa en verano. El verano pasado las máximas rondaron, a menudo, los 40°C. También fue el verano más caluroso registrado nunca en España. Esta es la causa de que el jardín de Ana sea un espacio sombreado con senderos de grava para pasear por él. Toda la vegetación crece de forma exhuberante ya que, por debajo del jardín, a solo dos metros de profundidad, se encuentra una capa freática de agua dulce.
Texto Edith Haeuser
Traducción Salvador Pastor
Fotografías Paul Muraillat y Ana Rodriguez
Mayo 2023 - Visita a tres jardines en la Marina Alta en el norte de la Costa Blanca
Fue un día muy especial con visitas a jardines muy diferentes y especiales. Primero visitamos el jardín de Toni Pont en las afueras de Lliber. Toni ha aterrazado un terreno con mucha pendiente con piedras recuperadas del suelo del mismo jardín. Empezó hace solo cuatro años. Nos impresionó su jardín y las vistas maravillosas de la llanura de Lliber con sus viñedos mediterráneos (Moscatell), pero las montañas del fondo estaban escondidas entre nubes y nieblas durante nuestra visita, algo bastante inusual a finales de mayo.
Vista desde el jardín con la llanura de Lliber abajo
Toni (en el centro) explicando como protege plantas jovenes de los conejos
Salvia canariensis e Hypericum perforatum
Todas sus plantas están bien adaptadas a nuestro clima mediterráneo. Tiene varias plantas silvestres cultivadas de semillas autóctonas como Sideritis dianica y la clavellina de monte (Dianthus broteri). Bien integrados en el jardín hay preciosos bonsai de Pinus halepensis y otros árboles mediterráneos. Me impresionaron también las esculturas de troncos de Juniperus, trabajos de la naturaleza que Toni encontró en sus muchas caminatas desde su infancia por las montañas de esta región.
Cactus camuflados entre la roca, casi como erizos de mar
Detrás de la casa tiene su enorme colección de cactus en macetas. Desgraciadamente solo algunos estaban en flor por el clima inusual de mayo. Nos explicó y describió de forma estimulante está gran colección. También sus contactos con productores de cactus en Chequia. Después de su apasionante charla creo todos miramos estas bellezas con ojos diferentes.
Echinocereus rigidissimus floreciendo
Después viajamos unos pocos kilómetros al interior para visitar el jardín de Judith y Bernhard Bauer en las afueras de Alcalalí, un jardín bien protegido de la fría tramontana y del poniente tan frecuente en nuestra región. Fascinados miramos alrededor, casi trasladados a zonas tropicales. En la entrada a la izquierda un Brachychiton rupestris, el llamado árbol botella por su tronco hinchado donde almacena agua, a la derecha unos Epiphyllum en flor y una Solandra maxima. Avanzando por el jardín no sabía a veces donde mirar primero, aquí flores de un rojo muy llamativo, allí unas preciosas flores amarillas en un árbol que nunca antes había visto.
A la izquierda varios Crinum, a la derecha Darmera peltata, Adenanthos sericeus, en el fondo un híbrido de Brugmansia, y el mágico Pinus pinea *
Strophanthus speciosus
En el fondo del jardín hay un Pinus pinea enorme que da agradable sombra a muchas plantas como Clivia miniata plantadas en la tierra. Gracias a este pino el suelo se ha hecho gradualmente algo más ácido, como explicó Bernhard, algo que les gusta mucho a las plantas tropicales.
En un segundo nivel destacan los frutales, albaricoque, pera y ciruela y varios de fruta tropical, como la Chirimoya, Dimocarpus Longan, y otros.
Syzigium jambos, un frutal del sudeste asiático
Passiflora vitifolia
Aechmea distichantha de la familia de las bromeliáceas
Anteriormente todo el jardín era terreno de un viticultor que delante de la casa secaba la uva en esteras de caña (Arundo donax) para pasas, típica producción en la Marina Alta. Como eco de esta antigua costumbre Bernhard tiene también unas viñas al lado de sus hortalizas.
Terminamos en el jardín de Susanne Semjevski, en la Finca La Cuta, también en las afueras de Lliber donde ella nos preparó una excelente comida vegetariana. Este jardín nos devolvió de nuevo al mundo vegetal mediterráneo con sus colores suaves, y también a las realidades de muchos, es decir crear un entorno precioso con plantas que soportan bien escasa agua, quizá incorporando también plantas silvestres.
Una atmósfera muy mediterránea en el Jardín Finca La Cuta
John Danzer, mi co-chair, había preparado una sorpresa, invitando a Thomas Woltz, un famoso arquitecto paisajista estaduniense. Thomas nos ofreció una charla sobre su trabajo con su equipo de especialistas, biólogos, botánicos, historiadores para restaurar parques públicos, revelando la historia del terreno. Hace veinte años se hizo famoso con trabajos en Nueva Zelanda, restaurando terrenos agrícolas completamente degradados por el sobrepastoreo de ovejas.
Por favor, véase también la versión inglesa para más fotografías.
Texto Edith Haeuser
Editado por Salvador Pastor
Todas las fotografías menos fotografía * por Paul Muraillat. * por Juan Ruano.
Febrero 2023 - Palmera
Visita a Todolí Citrus Fundació
Hace unos días, un socio del grupo que asistió a la visita comentó, en el chat del grupo, que había sido una jornada muy especial. Y realmente así fue. Vicente Todolí el famoso conservador y director de la Tate Modern en Londres, se ocupó personalmente de guiarnos en esta visita. Permitidme empezar por el principio. Al inicio de la primavera de 2020, cuando España estaba bajo el confinamiento a causa de la pandemia, un miembro español citó, en el chat del grupo, que había una colección de cítricos que incluía sobre 400 variedades en Palmera, setenta kilómetros al sur de València. Inmediatamente pensé: “que bueno! El año próximo iremos con el grupo“. Un deseo que tuvo que esperar para hacerse realidad hasta el día 18 de febrero de 2023.
Al inicio de la visita, en el espacio de recepción de este jardín botánico de cítricos (Huerto botánico el Bartolí), rodeados por el lustroso follaje siempre verde de los árboles, Vicente Todolí explicó que allí, cada día, durante la mañana y al caer la tarde, se podía disfrutar del bello canto de los pájaros en estos árboles de hoja perenne, donde se sentían especialmente seguros y protegidos de predadores.
Estos conciertos le inspiraron para crear el emblema de la Fundación una imagen de una ramita de naranjo curvada, con hojas y flores, que sostiene y protege a un jilguero.
En el espacio de recepción, el Museo Cítrico en el fondo (fotografiado por Juan Ruano)
El emblema de la Fundación (fotografiado por E.H.)
Primero pasamos a ver, en una pequeña casa de madera, el Museo Cítrico. Allí pudimos contemplar la impresionante colección de antiguos grabados en placa de cobre de frutos cítricos, que, posteriormente, fueron coloreados a mano. También nos mostró copias de los primeros tratados de horticultura publicados sobre los cítricos:
Hesperides sive de Malorum Aureorum Cultura et Usu Libri Quattuor, el primer libro con ilustraciones y descripciones de frutos cítricos, publicado en 1646 por el botánico, profesor y jesuita italiano Giovanni Battista Ferrari. Este libro fue posible gracias a su estrecha relación con Cassiano dal Pozzo, un especialista en cítricos que le inspiró para escribir esta obra. El primero de estos libros está dedicado a los cítricos y sus múltiples variaciones.
Los grabados en placa de cobre fueron creados por los mejores artistas de la época. Johann Christoph Volkamer, un comerciante y botánico aleman publicó Nürnbergische Hesperides, oder, gründliche Beschreibung der edlen Citronat- und Pomerantzen Früchte(Hespérides de Núremberg o una descripción completa de los nobles limones, limas y naranja amarga), en 1660. En la actualidad se puede adquirir una reedición de todas las placas, con una introducción en inglés, alemán y francés, con el título The Book of Citrus Fruits, Taschen, 2020.
Así como el primer libro es también una glosa de la Toscana y sus fértiles campos, el libro de Volkamer es también un canto a la fertilidad de Núremberg.
The Book of Citrus Fruits (fotografiado por E.H.)
A continuación, también pudimos ver una gran colección de papeles finos coloreados para envolver naranjas. Me vino un recuerdo de la infancia, de cuando las naranjas, en cajas para el comercio, se envolvían con papel fino, como prueba de la exquisitez del producto y para diferenciar al comerciante. Extraordinario este museo que, en su reducido tamaño, encierra un auténtico tesoro.
A continuación se nos inició, brevemente, en los complicados orígenes de los cítricos. También su taxonomía es compleja con especies, híbridos, variedades y cultivares. Son todos originarios de las estribaciones cálidas del Himalaya, en India, y, también, de Myanmar y China. Los cuatro cítricos ancestrales y origen de todos los demás son Citrus micrantha, Citrus medica (cidro), Citrus reticulata (mandarino) y Citrus maxima. Una característica de todos los cítricos es que se hibridan con mucha facilidad. También todos son ricos en vitamina C, flavonoides antioxidantes y aceites esenciales.
Una tabla de los cítricos híbridos (fotografiado por J.R.)
Estos exóticos frutos y su fácil hibridación resultaron fascinantes para los habitantes de Florencia durante el siglo XVI. Se obtuvieron nuevos híbridos buscando más acentuar su ya exótico aspecto exterior que la mejora del sabor.
Para los pintores se convirtieron en los frutos favoritos para ser recreados en sus naturalezas muertas. Cuando Cosimo I de Medici accedio al poder en Florencia en 1537, quiso tener su propio jardín paradisíaco en su palacio de Castello. En aquellos días la horticultura estaba considerada como una más de las Bellas Artes. Su nieto Cosimo III, gran duque de Toscana, fue aún más apasionado por los cítricos y pidió a Bartolomeo Bimbi, un pintor de naturalezas muertas, que pintara cada uno de los cítricos conocidos en Toscana, glorificando así a toda esta región como un fértil jardín paradisíaco (cfr. Palazzo Pitti y Museo botánico de la Universidad).
Pero, en poco tiempo, se manifestó un problema grave: estos árboles no se adaptan bien a los inviernos realmente fríos. Este hecho motivó la construcción de “limonaias”que eran invernaderos donde los cítricos, cultivados en macetas, pasarían los meses con riesgo de heladas. Esta práctica ha continuado hasta nuestros días.
Este problema no existe ni para Vicente Todolí ni para los citricultores valencianos. Él, que es la quinta generación de citricultores de su familia, no está interesado en las variedades comerciales habituales. Su interés son las variedades raras, exóticas y en riesgo de extinción. Nos mostró con satisfacción algunos árboles de 200 años, de antiguas variedades, que ha recuperado mediante el empleo de una práctica tradicional, que consiste en retirar el suelo del nacimiento de las raíces principales, excavando en la base del tronco. Esto mejora sustancialmente la aireación de las raíces evitando enfermedades fúngicas.
Citrus medica (fotografiado por J.R.)
Citrus medica (cidro), originario del noroeste de la India, fue, probablemente, el primer cítrico conocido en Europa. Alejandro Magno lo encontró en Media, oeste de Irán, por lo que fue clasificado como C. medica. Durante el Imperio romano se extendió su cultivo y siguió con el mismo nombre. Plinio el viejo lo describe en su “Historia natural” y cita sus propiedades medicinales. C. medica tiene muy poco zumo y a menudo presenta una corteza rugosa con pequeñas glándulas que contienen aceites esenciales. Bajo la corteza exterior amarilla se presenta un mesocarpio blanco muy grueso, el cual es consumido, en Italia, finamente laminado en ensaladas. Nuestro guía también nos indicó que prácticamente todos los cítricos pueden ser utilizados para cocinar, de una u otra forma. Cerca del museo se ha construido un edificio nuevo por el arquitecto valenciano Carlos Salazar para investigación de usos culinarios y medicinales de los cítricos. Este edificio incluye una cocina experimental para que chefs reconocidos puedan usarla y así combinar.
C. medica var. sarcodactylis (fotografiado por J.R.)
C. medica var. sarcodactylis, el conocido “Mano de Buda” tambien se originó en India. Su corteza rallada se utiliza en postres o finamente laminada en ensaladas.
C. aurantifolia, híbrido entre C. micrantha y C. medica, conocido como lima, muy rico en vitamina C, fue introducido en Europa por los Cruzados en la Edad media desde el Próximo Oriente y el norte de África. Se convirtió en un producto que era necesario consumir en los barcos británicos en el s. XVIII para evitar el escorbuto. Los exploradores y conquistadores españoles introdujeron la lima en Sudamérica. Nos sorprendió a todos cuando Vicente nos señaló el color amarillo intenso de la corteza de un fruto. La mayoría de los frutos de los cítricos adquieren, con la madurez, una coloración amarilla o de diversos tonos naranjas pero para evolucionar hacia la coloración más intensa necesitan estar expuestos a algunas noches frías.
Saboreando variedades de C. maxima (fotografiado por Salvador Pastor)
En España estamos familiarizados con C. x aurantium, el naranjo amargo, un híbrido entre C. maxima y C. reticulata (mandarino). Muy utilizado como árbol ornamental viario, abundante en las calles de numerosas ciudades. Especialmente en Andalucia son muy populares y aún mas conocidas por ser las Seville oranges, en inglés, la naranja amarga utilizada para mermelada. Sus aceites esenciales extraídos de la corteza, al igual que los de otras muchas variedades, se usan en la elaboración de perfumes. Por ejemplo la original Eau de Cologne 4711, creada en 1792, contiene, entre otras muchas esencias secretas, lima y bergamota.
C. x bergamia, híbrido entre C. limon y C. aurantium. Es el conocido en Italia como Bergamotto. Este nombre proviene del turco “bey armudu” :“pera del Bey” (Bey era el gobernador en época imperial otomana) porque la forma del fruto evoca la forma de una pera. El famoso té Earl Grey está perfumado con bergamota.
C. maxima (pummelo) produce los frutos más grandes entre todos los cítricos, del tamaño de un melón cantalupo. Vimos, impresionados, los enormes frutos colgando de estos árboles, en ramas cuidadosamente apuntaladas con gruesas cañas de bambú para soportar tanto peso. Como C. medica tiene la parte blanca de la corteza muy engrosada.
Vicente Todolí, en sus manos el artículo sobre su colección titulado “Still life with citrus”, (Financial Times, el 18 de febrero/el 19 de febrero 2023.p8) (Photo J.R.)
El pomelo, C. x paradisi, es, probablemente, un híbrido espontáneo entre C. maxima y C. sinensis o naranjo dulce.
La experiencia de saborear varias decenas de variedades de cítricos fue única. La cata se produjo en alrededor de mesas situadas en los caminos del jardín. Fuimos avanzando por la colección y en cada zona se nos ofrecían los frutos de esos árboles. Empezamos por variedades de pomelos, donde pudimos apreciar todos los matices agridulces de estos frutos.
Uno de los empleados cortaba cada fruto, profesionalmente, en pequeñas porciones. También fue muy estudiada y profesional la selección de las variedades menos dulces para iniciar la cata.
A mitad de la visita, después de la sexta mesa, pensé que algún asistente podría tener alguna molestia digestiva pero la secuencia de los frutos que fuimos probando estaba programada de tal manera que la cata de cítricos fue perfectamente equilibrada. Después de dos horas de saborear y escuchar todas las interesantes explicaciones del conservador de está colección única, me pregunté a mi misma si estaba algo achispada. No podria decir que fruto era mejor. Todos me parecían deliciosos, cada uno a su manera, ninguno era excesivamente acido.
Saboreando variedades de C. medica (fotografiado por J.R.)
Recuerdo que, cuando nos aproximamos a la última mesa, (era la decimoprimera o la duodécima?) le comenté a Vicente Todolí, profundamente impresionada:“esto es un paraíso”y Vicente sonrió y me dijo:“es exactamente lo que queremos : un jardín paraíso que sea atractivo para todos nuestros sentidos”.
Vicente Todolí explicando muchos detalles sobre su jardín botánico de cítricos (fotografiado por J.R.)
La cata continuó con una variedad de mermeladas deliciosas, entre otras Limón Meyer (Citrus meyeri), Shikwasa (C. depressa nativo de Taiwan y Okinawa), y Limón Yuzu (C. ichangensis x C. reticulata var. austera), un limón muy apreciado en Extremo Oriente por sus sofisticados usos culinarios.
Muchos asistentes compramos algunos tarros de mermelada, probablemente, como fue en mi caso, para llevarnos a casa algo que nos recordara esta visita tan especial. También se pueden encargar via “online”.
Este articulo no pretede ser exhaustivo y, lo que espero, es que sea un incentivo para que otras personas visiten la Fundacio Todolí Citrus.
Traducción por Salvador Pastor
Noviembre 2022
Reapertura de la sucursal Costa Blanca de MGS (Mediterranean Garden Society)
La reapertura de la sucursal Costa Blanca se celebró en el jardín de John Danzer y Chip Allemann en las afueras de Jávea. Fue un día inolvidable y una gran alegría para todos encontrarse con la gente de nuestro grupo después de tanto tiempo y dar la bienvenida a nuevos miembros en el patio verde y muy amplio formado por Trachelospermum jasminoides.
Hizo un tiempo espléndido y la luz otoñal intensificó la belleza armoniosa y elegancia de este espacioso jardín de 1 ha. y de carácter muy mediterráneo. Desde la entrada apreciamos los diferentes tonos verdes de la acertada combinación de arbustos que crean una atmósfera de calma y refrescante al mismo tiempo: Myrtus communis, Chamaerops humilis, Elaeagnus x ebbingei y Erica multiflora en floración, alrededor de algunos pinos. Frente a estos y junto a la casa un notable ejemplar de madroño (Arbutus unedo), con flores y frutos ahora, y una carrasca (Quercus rotundifolia). No faltan una pinada de Pinus halepensis, un olivar y cítricos en esta propiedad cuyo límite oeste se hace invisible en el paisaje de manera elegante.
Mirando al norte se ve el emblemático Montgò (753m / 2470 pies). Su silueta desde aquí se parece a un elefante sentado. Su “ojo” es la entrada a una cueva donde los antiguos habitantes de esta región, desde tiempos prehistóricos, celebraban rituales. Esta montaña es también muy importante por su enorme significado cultural y patrimonial en la actualidad. Está protegida como Parque natural por su extraordinaria diversidad de flora y fauna.
Texto editado por Salvador Pastor, Fotografías por Juan Ruano
Noviembre 2019
Reunión de fin de año y feria de plantas
Después de un verano largo y caluroso, el clima frío de otoño / invierno llegó repentinamente aquí en noviembre con tormentas y fuertes lluvias. Sin embargo, tuvimos la suerte de tener un día soleado para nuestra última reunión del año y la feria de plantas que la acompaña. Este fue recibido amablemente por dos de nuestros miembros holandeses, Cora y Nico Dekkers, en su hermosa casa en Teulada, a unos 70 km. al norte de Alicante y a pocos kilómetros de la costa.
Todos disfrutamos de un refrigerio mientras escuchamos un informe muy interesante sobre los jardines griegos visitados el sábado del reciente MGS AGM en Atenas. Esto fue dado por Edith Haeuser y fue ilustrado con una exhibición de 64 hermosas fotografías.
Para leer más sobre la reunión y ver más fotos, vea el informe en inglés.
Junio 2019
Visita al Central Park de Valencia
Miembros y amigos de lugares tan lejanos como Murcia se reunieron para disfrutar de una visita guiada al nuevo parque por el miembro Salvador Pastor, quien, como uno de los principales jardineros de la ciudad, es responsable de su plantación y mantenimiento. Este sitio de 11 hectáreas es la primera etapa de un proyecto a largo plazo que tiene como objetivo recuperar 23 hectáreas de tierra ocupada durante mucho tiempo por ferrocarriles y edificios asociados, con el fin de unir barrios en el sur de la ciudad y proporcionarles espacios verdes, jardines atractivos y edificios para actividades sociales y culturales. El parque fue diseñado por un equipo internacional, dirigido por la arquitecta paisajista estadounidense Karen Gustafson.
Para leer más sobre el tour y ver más fotos, visite el sitio web en inglés.
Mayo 2019
Visita a la colección de iris Christine Lomer en la Estación Biológica y Jardín Botánico en Torretes
Cuando Christine Lomer, lamentablemente, decidió que ya no podía abrir su famoso Jardín Iris al público, donó una gran parte de su impresionante colección al Jardín Botánico de Torretes. El miembro local de MGS, Pedro Moya, quien tiene un gran amor y conocimiento de los iris, trabajó arduamente para establecer las plantas, en un área en lo alto del sitio inclinado sobre muchas de las otras colecciones de plantas, donde las condiciones serían adecuadas para ellos. Después de solo unos años, ahora es posible disfrutar de la vista colorida de dos parterres elevados longitudinales llenos de muchos cultivares de iris diferentes y exquisitos, intercalados con algunas coníferas pequeñas y atractivas. Pedro tuvo la amabilidad de organizar esta visita para el grupo y de explicarnos sobre la familia del iris.
Para leer más sobre la visita y ver más fotos, visite el sitio web en inglés.
Mayo 2019
Visita al jardín "El Sueño", cerca de Ondara, en el norte de nuestra área.
Nuestra primera visita del año fue al jardín propiedad de Pedro y su esposa Lucrecia. Se ha creado en los últimos 16 años para cumplir su ambición de albergar una amplia colección de plantas de especial fascinación para los propietarios, desde suculentas de muchos tipos hasta variedades de árboles frutales y rosas. También hay varias características adicionales para disfrutar, incluida una "cueva" con agua en cascada para albergar helechos y un pequeño museo con colecciones de fósiles, minerales y conchas. A los propietarios les encanta compartir su entusiasmo y conocimiento de las plantas.
Para leer más sobre la visita y ver más fotos, visite el sitio web en inglés.
Noviembre 2018
Reunión final de la sucursal del año en la casa de los responsables de la sucursal, Alan y Carol Hawes, Crevillente
Nos complació dar la bienvenida a un gran número de miembros y amigos, tanto antiguos como nuevos, incluidos varios españoles. Fue una oportunidad espléndida para nosotros conocer a los que se habían unido más recientemente al grupo y tener tiempo para conversar sobre sus intereses y jardines. Hubo un intercambio de plantas; una charla de Alan y una discusión de los miembros. Después de compartir un almuerzo buffet relajado y recorrer el jardín, todos recogieron sus plantas y se despidieron, hasta el "Nuevo año de jardinería".
Octubre 2018
Reunión General Anual de la MGS
La 24ª reunión general anual de la MGS tuvo lugar en la Costa Blanca entre el 25 y el 28 de octubre, con sede en Alicante. Recibimos a 73 visitantes de Australia, California y de muchos otros países. Siguió una visita de 3 días a los jardines de Mallorca, que fue muy apreciada. Durante los 3 días de la gira de la AGM, visitamos jardines al sur de Alicante (incluido nuestro propio jardín), otros en el norte montañoso de la provincia y uno más cerca de la costa mediterránea, el Jardín de l’Albarda cerca de Jávea.
El domingo 28 se llevó a cabo la Asamblea General, durante el cual nos informaron sobre los muchos desarrollos importantes en varios aspectos de la MGS. Fue especialmente interesante conocer las mejoras en el sitio web y tener la oportunidad de comentarlas. También hubo noticias sobre la próxima reunión general anual en Grecia y una expresión de agradecimiento a todos los miembros de la sucursal de la Costa Blanca que habían trabajado arduamente para organizar una gira AGM tan agradable.
Al día siguiente, 43 visitantes viajaron a Valencia, donde pasaron 3 días visitando algunos de los jardines y sitios históricos más importantes de la ciudad. Se otorgó un permiso especial para visitar un impresionante jardín aún en construcción, Central Park, que hizo un contraste interesante con el Jardín Botánico y el Jardín de Monforte.
Para conocer más de las dos giras, y ver más fotos, ver el informe en inglés.
Autor Carol Hawes
Junio 2018
Visita al jardín de Monforte y al jardín de Ayora en Valencia
Ambos jardines fueron creados en el siglo XIX, sobre terrenos que entonces se encontraban fuera de la ciudad, y se utilizaban para fines agrícolas como huertos, viveros, cultivo de flores de corte... Aunque se encuentren ahora rodeados de edificios, constituyen zonas verdes llenas de grandes árboles y de bella jardinería, cuyo libre acceso es muy valorado.
El Jardín de Monforte es uno de los jardines neoclásicos más importante de España. Fue creado para el marqués de San Juan, Juan Bautista Romero, un rico comerciante en seda; palacete y jardín se terminaron en 1859. A la muerte del propietario, pasó a una pariente cercana, Josefa Monforte Parés, de la cual toma su nombre actual. El jardín original se ha restaurado y ampliado en varias ocasiones, pero siempre se respetó el diseño que figuraba en los primeros planos. En los últimos treinta años se han introducido modernos métodos de riego y de jardinería para conservar esta joya histórica.
El palacete, de tres plantas, situado en una esquina del terreno, rige la estructura del jardín. Su fachada norte preside el Viejo Parterre neoclásico, abriendo su planta baja a un patio semicircular con bustos de grandes pensadores como Dante y Petrarca. Dos leones amaestrados, simbolizando el dominio del hombre sobre la Naturaleza, guardan la entrada del Viejo Parterre de diseño geométrico. Cuatro zonas de podados setos, a ambos lados del eje principal, rodean unas estatuas que representan los cuatro continentes, y en el cruce de las sendas, encontramos una fuente central con la estatua de Dafnis y Chloe, alusión al poder del amor. Dos zonas extra de setos podados encierran las estatuas del invierno y de la primavera. Muchas estatuas de mármol italiano fueron hechas en Roma por un escultor valenciano.
La vista desde la casa termina en una larga pérgola, que bordea el muro sur del terreno y proporciona un retiro a la sombra. Unos setos de cipreses, podados con el fin de simular las arcadas de un claustro, rodean el Viejo Parterre. Superando este seto, encontramos un espacio triangular centrado por una fuente en medio de unos naranjos, que dan paso a una gran rosaleda. Otra senda nos lleva al Nuevo Parterre, en cuyo centro está la estatua de Flora, diosa de flores y buenas cosechas. Alrededor de ella se ha escondido un dispositivo de surtidores que se pueden accionar para sorprender a los que la contemplan.
A partir de allí el diseño del jardín se vuelve menos formal, con sendas sinuosas de estilo más romántico, las cuales forman parte del deseo del arquitecto de dejar que en estas zonas la Naturaleza pueda dominar, en vez de dominar el Hombre. En el punto casi más alejado de la casa, hay un montículo artificial, construido en parte para ocultar el gran depósito de agua, más alto que el jardín, destinado a irrigarlo. Pero se encuentra rodeado por las bonitas sendas que llevan en círculo hasta el mirador de su cumbre. Hay numerosos árboles muy grandes en esta zona. Algunos de ellos pertenecientes a la plantación original como varios Pinus halepensis, y otros no tan antiguos como Magnolia grandiflora, Ceiba speciosa, Gingko biloba y Bauhinia variegata.
Entre el montículo y el palacete, hay un gran estanque circular, bordeado por especies perennes de porte llorón, entre ellas dos Cupressus funebris, y unas Casuarina. Se ven matas de Papyrus y setos de Pittosporum tobira.
A continuación, encontramos otro espacio libre que nos lleva de vuelta al palacete por su lado este, a través de un impresionante arco limitando el jardín romántico de la zona neoclásica. Este arco culmina con unos caballos marinos, todos restaurados en sus colores originales. Pasado el arco, volvemos al diseño geométrico en el patio del lado este del palacete, el cual está adornado con grupos de querubines rodeados de un pavimento de piedrecitas dispuestas en atractivos diseños.
El palacete y el jardín fueron propiedad de la familia Monforte hasta 1971, cuando fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Valencia. Se compró igualmente una parcela de terreno adyacente para plantarla según las pautas del jardín. Más tarde se restauró el palacete. Actualmente tanto el jardín como el edificio son elementos importantes en la vida de la ciudad.
El Jardín de Ayora y su palacete fueron creados para José Ayora a finales del siglo diecinueve y siguen primordiales para los que viven en sus inmediaciones. El palacete es utilizado para fines educativos por la Universidad Popular, y sirve para eventos sociales. Se ha restaurado el antiguo jardín y se han introducido muchas nuevas especies. Hace poco, la nueva estación de metro propició el acondicionamiento de otra parte del jardín histórico y el incluir una zona paisajística de esparcimiento y deportes.
El edificio tiene planta cuadrada y estilo modernista, con fachadas de piedra natural contrastando con ladrillos rojos, y decoración de placas cerámicas en azul y blanco. Lo más destacable es su torre cuadrada centrando un tejado a cuatro aguas, la cual culmina en una cúpula de tejas barnizadas de color cobre. Se sitúa en la parte más septentrional del jardín actual y fue el hogar de la familia hasta la década de los sesenta; después de lo cual empezó a deteriorarse y fue comprado por el Ayuntamiento en 1976. Escapó al peligro de demolición en 1983 cuando fue declarado Bien de Interés Cultural. Después de ser utilizado diversamente por el Municipio, fue completamente restaurado y abierto al público en fechas recientes.
Alrededor del palacete vemos muchas palmeras Phoenix canariensis y Washingtonia filifera, las cuales lo enmarcan y complementan desde la época de su construcción. Otra pantalla vegetal está formada por las Jacarandas que siguen el límite de los muros. En estos se abre una entrada a un espacio de naranjos y limoneros y otras plantas como una impresionante Araucaria columnaris. Esta sección fue restaurada en los años ochenta.
Se accede a la zona más amplia y de mayor riqueza vegetal a través de otra apertura en los muros que rodean el palacete. Es un gran espacio rectangular encerrado por altos muros que José Ayora compró a la vez que compraba el solar de su futura casa. Era entonces un vivero y ya contenía algunos árboles que todavía existen como estos grupos de Ficus macrophylla f. columnaris con sus gigantescos troncos.
Con la compra en 1976 se procedió a plantar muchos nuevos ejemplares de árboles que hoy ofrecen una agradable sombra al visitante. Las sendas sinuosas se deslizan entre cuidados setos que encierran árboles y arbustos cobijando a sus pies muchas bellas flores. Los más interesantes, grandes y hermosos árboles en este sector son: Ceiba speciosa, Eucalyptus camaldulensis, Casuarina cunninghamiana, Livistona chinensis, Grevillea robusta, Magnolia grandiflora, Metrosideros y Hibiscus. Entre las plantas bajas están plantas de Brugmansia, Acanthus y Crinum. Hay bancos de cerámica para descansar, fuentes, y una pérgola cubierta de rosas, todo lo cual contribuye a hacer de este jardín un atrayente lugar donde pasear.
Fuera del antiguo muro, al oeste del palacete, se ha abierto otro sector que ofrece un espacio de esparcimiento y juegos al público. Está rodeado por una gran pérgola curva cubierta de Bougainvillea, y está plantado con Jacarandas y palmeras. Se está trabajando en el entorno de la estación del metro y la zona deportiva, para ampliar el paisaje urbano que valoriza el Jardín de Ayora, ya muy popular.
El 9 de junio, un grupo de miembros de nuestra sección tuvo el privilegio de ser guiados a través de los Jardines de Monforte y de Ayora por Salvador Pastor, miembro de nuestra sociedad y uno de los jardineros principales de la ciudad de Valencia. Domina el conocimiento de estos jardines y sabe trasladarlo. Nuestra visita a Valencia terminó con una paella en los jardines de Viveros y la convicción de haber vivido un día muy especial.
Texto de Carol Hawes
Fotos de Alan Hawes salvo que se indique lo contrario
Abril 2018
Visita al Jardín de Santos de Penáguila
Este histórico jardín fue creado durante la década de 1840 por un joven y muy culto miembro de una familia de pudientes terratenientes locales, Joaquín Rico Soler. Había viajado por toda España y visitado muchos famosos jardines de Sevilla, Granada, Córdoba y Aranjuez, con su amigo, el artista Antonio Cabrera. Las numerosas pinturas que trajeron de sus viajes les sirvieron de inspiración para el diseño del jardín. El resultado es una mezcla armoniosa de elementos árabes, neoclásicos y románticos, condensados en un jardín de menos de 3.000 metros cuadrados. Fue muy cuidadosamente planeado, tanto en lo artístico como en lo práctico: este pequeño espacio contiene un laberinto, un bosque sombrío, poblado de árboles plantados muy juntos, el cual lleva a una gruta, una serie de soleados parterres llenos de plantas de flor alrededor de un pequeño aviario, y una larga pérgola cubierta por cipreses, todo esto en torno a un gran estanque central. Muchas de las plantas originales han desaparecido a lo largo de la historia del jardín, pero se han respetado los planos originales y se han repuesto plantaciones. Permanecen algunos magníficos especímenes arbóreos de tamaño impresionante.
Se puede ver la cumbre puntiaguda de la pajarera, abrigada del viento por densos setos de cipreses, así como un gran ejemplar de Picea abies. La vista proviene del piso superior del museo, el cual proporciona una perspectiva diferente del diseño del jardín.
Unos grandes cipreses y unas estatuas clásicas guardan la entrada de la pérgola, la cual está jalonada por ejemplos de Cordyline australis de hojas rojas en macetas, y esferas de boj. En su centro, hay un banco circular y una fuente para beber, bajo una cúpula de hierro cubierta con rosas banksia dobles, amarillas y blancas.
Este estanque fue parte esencial del diseño del jardín porque almacena el agua necesaria para su irrigación. Cuando se hizo el jardín, un largo túnel de dos kilómetros fue excavado desde el manantial que abastece el pueblo hasta el jardín, de forma que el jardín pudiese inundarse, 24 horas una vez a la semana, sin afectar al abastecimiento del pueblo. El sistema de riego se sirve de un ingenioso conjunto de pequeñas acequias que permiten al agua fluir desde una zona del jardín a la siguiente, como en los antiguos jardines árabes, y este sistema de riego todavía se utiliza.
También había un invernadero donde se almacenaban las plantas tiernas durante los inviernos fríos. Se utilizaba el calor de la descomposición del estiércol debajo de los estantes con plantas para elevar la temperatura. También se recogían las semillas y se conservaban para el futuro en jarras de cristal selladas. Una bonita casita, construida para usarla durante las obras y para disfrutar del jardín, se halla cerca de la entrada y es ahora un museo que contiene muchas reliquias de la primera época del jardín, incluso los planos originales de plantación y las semillas, así como información sobre el diseño y la construcción del jardín. El invernadero restaurado alberga ahora una colección de orquídeas y de otras plantas tiernas.
Aunque el jardín fue cuidado con entusiasmo por varias generaciones de la familia, y por sus jardineros, cayó gradualmente en declive hasta 1986, cuando el entonces propietario consintió en dar la propiedad a las autoridades del pueblo. El alcalde organizó la completa restauración del jardín, el cual fue reabierto al público en 2002. Esta abierto gratuitamente los fines de semana y ofrece excelentes instalaciones para los visitantes, incluyendo una zona de picnic. También se puede seguir el agradable paseo a la sombra de cipreses (el cual era parte del proyecto original del jardín), hasta el pueblo, y visitar uno de sus restaurantes o simplemente admirar los numerosos edificios bien conservados de su centro histórico.
La visita informal de nuestra sección el 28 de abril permitió a los miembros que aún no conocían este jardín tener la oportunidad de enterarse de su historia, explorar sus variados y bellos rincones y saborear el tranquilo ambiente que invade este jardín especial.
Texto de Carol Hawes
Fotografías de Alan Hawes
Traducción de Jacqueline Charron
Noviembre 2017
Reunión anual de la Sección y feria de plantas
Alan y yo tuvimos el placer de acoger a 25 miembros y amigos en nuestra casa el 18 de noviembre. Muchos trajeron plantas, bulbos y semillas para el intercambio en las mesas de la feria de plantas; algunas desaparecieron en seguida en las manos ávidas de los que habían llegado pronto. Sobre todo, nos encantó recibir algunas rarezas traídas de su vivero por Toni Pont, así como interesantes plantas del jardín de Judith y Bernhard Bauer, el cual habíamos visitado en octubre.
Poco a poco fuimos entrando para tomar café y pastas, y algunos de los nuevos miembros vieron con interés el pase de diapositivas que resumía el desarrollo de nuestro jardín a lo largo de los últimos doce años. Una vez reunidos todos, Alan habló de su visita a California para participar en el programa de la AGM 2017 organizado por la Sección de California Sur. Mientras estaba allí, aprovechó la oportunidad de ver muchos de los jardines que sólo conocíamos a través de los interesantes libros sobre jardinería californiana que tenemos en nuestra biblioteca. Nos mostró fotografías de sus jardines preferidos y nos dio a probar la emoción de su activa estancia de diez días.
En la asamblea general, el domingo de la AGM, Alan presentó la AGM 2018 que acogeremos aquí en la Costa Blanca. Enseñó fotos de algunos de los jardines que pensamos visitar, lo cual despertó mucho interés, y por eso esperamos tener muchos visitantes internacionales el año que viene.
Alan también nos enseñó estas fotos y nos habló del futuro acontecimiento que tendrá lugar en Alicante del 25 al 28 de octubre. Habrá tres días de visitas a jardines en diferentes zonas, incluyendo la asamblea general en el jardín L’Albarda. También habrá una gira separada de cuatro días a los jardines de Mallorca antes de la AGM, del 19 al 23 de octubre, y otra gira de tres días después de la AGM, a los jardines de Valencia, del 29 al 31 de octubre. Por supuesto, los miembros de nuestra sección de la MGS pueden participar en los eventos que componen el programa principal AGM, y deseamos que lo hagan para encontrarse con los visitantes de fuera. Algunos de los jardines que visitaremos durante la gira AGM figuran a continuación.
Después, Alan presentó los primeros proyectos para las visitas de jardines durante el año siguiente y pidió a los miembros ofrecer más ideas para visitas y otras actividades de la sección Costa Blanca. Varias personas hicieron sugerencias o propusieron investigar qué otros jardines se podrían visitar. Después de eso, todos se dispusieron a pasar un rato fuera al aire libre y Alan guió el grupo de los que deseaban visitar su jardín. Otros prefirieron pasear allí solos por su cuenta, o darse otra vuelta por las mesas de la feria de plantas.
Mientras tanto, se disponían todos los platos destinados al buffet, de los cuales muchos eran interesantes contribuciones de los visitantes. La gente se agrupó en la terraza, en el patio a la sombra, o en el interior de la casa, y disfrutó de la comida con la oportunidad de intercambiar noticias y opiniones.
Al finalizar la tarde, todos recogieron sus plantas y los restos de la comida que habían traído, y poco a poco se fueron despidiendo. Alan y yo dimos las gracias a todos los que hicieron ese día agradable, sobre todo a Karen y Pauline, que se ocuparon del abastecimiento de bebidas y mantuvieron bajo control el caos de la cocina. Esperamos que el año que viene tenga el mismo éxito que éste, ya que promete ser un reto tan interesante.
Texto de Carol Hawes
Fotos de Alan Hawes
Traducción de Jacqueline Charron
Octubre 2017
Visita a dos jardines del Valle del Jalón
La lluvia en España se queda normalmente alejada de nuestros secos jardines de la Costa Blanca, la cual está actualmente sufriendo un larguísimo periodo de sequía. Es necesario irrigar muchos jardines, incluyendo los dos visitados aquel día. Lo que les distingue nos proporciona una ilustración estupenda de los resultados obtenidos a través de sus posibilidades de irrigación. Cerca de Lliber, en la Finca de Cuta, la cual se conoce como el Jardín de las Lavandas, la tierra depende del aporte de agua proveniente de camiones cisterna que suplen la falta de lluvia, lo cual es un método muy caro. Solo el uso generalizado de plantas que aguantan la sequía y la atención cuidadosa a sus necesidades individuales han permitido a Susanne Semjevski crear un jardín tan interesante y atractivo, con sus numerosos rincones tranquilos y su ambiente sosegado. Se las arregla también para cultivar las suficientes plantas para fabricar su aceite de lavanda y otros productos a base de lavanda.
El jardín que pertenece a Judith y Bernhard Bauer, distante de pocos kilómetros, tiene un aspecto muy diferente y contiene una gran variedad de plantas tiernas. Estas se benefician de una gran aportación de agua canalizada diariamente hacia el jardín. Judith y Bernhard disfrutan también de un microclima más favorable, y de un buen suelo, aunque algo petroso. Pero dedican cantidad de reflexión y esfuerzos a la hora de elegir y cuidar sus plantas, y protegen las más delicadas en invierno. Utilizan lo podado para producir compost y para cubrir la tierra, y fertilizan con estiércol de origen animal. El riego por goteo es general y cuidadosamente planeado, para que las plantas reciban solo la cantidad de agua, a veces con fertilizante soluble, que realmente necesitan. Resultante fascinante ver ambos jardines el mismo día.
Nuestras visitas del 7 de octubre empezaron con el Jardín de Lavandas, donde nos reunimos para pasear allí y explorar sus diferentes partes antes de juntarnos en la terraza para tomar café.
Luego nos dividimos en dos grupos, para visitar por turnos dos viveros locales y el jardín de Judith y Bernhard. Este arreglo permitió a Judith guiar cada grupo por su extraordinario jardín.
La larga fachada sur de la casa protege numerosas plantas tiernas como una colección de orquídeas, una enorme Passiflora quadrangularis, especies de Costus, Dichorisandra, Plumeria, Spathodea campanulata, un árbol de papayas y varias especies de bananos.
Encontramos cerca una gran colección de plantas grasas de las especies Aeonium y Kalanchoe, aloes y algunos cactus, aprovechando la poca tierra que recubre un depósito de agua. Un poco más adelante en el camino cerca de la casa un enorme pino ampara bajo su sombra una colección de plantas, algunas en macetas como Begonia, Haemanthus, Hoya, Cyclamen y Epiphyllum.
Alejándonos de la casa encontramos una enorme mata de diferentes Brugmansia, algunas con follaje variegata, otras con flores blancas o rosa y hasta con preciosas flores rojas dobles. Siguiendo la senda en curva, entramos en una gran pérgola semicircular toda revestida con arbustos y enredaderas como Wisteria, Ipomoea, Abutilon, Duranta, Bougainvillea, y la escasísima Holmskioldia sanguinea
Alrededor de la pérgola había bonitos grupos de Hedychium, Alpinia, Bromelia, Salvia, Hibiscus, Canna y Hemerocallis, en tantas variedades que parecían un caleidoscopio por los colores de sus flores y follaje. Al lado de un impresionante Erythrina caffra de África, encontramos otra rareza, el Stenocarpus sinuatus o "Rueda de Fuego" australiano, en flor.
Bajando a la terraza inferior, pudimos explorar la zona dedicada al cultivo de verduras y frutas, las cuales son la prioridad de Judith y Bernhard. Tienen una gran variedad de cítricos y otros frutales y una veintena de uvas diferentes. A lo largo del año disfrutan de la cosecha de papayas, guayas, chirimoyas, mangos, albaricoques, ciruelas, uvas, y variados cítricos.
En el camino entre los dos jardines, paramos en un Garden Centre y también en el vivero de nuestro compañero Toni Pont. Muchos aprovechamos la oportunidad de mirar y de comprar algunas de sus plantas raras, y de intercambiar información sobre ellas.
Volvimos todos al Jardín de Lavandas para comer. Por temor de que lloviese por la tarde, Susanne nos había preparado las mesas del interior. Allí pudimos disfrutar el probar exquisitos platos mientras diluviaba fuera de los cristales. Susanne estaba tan contenta por la lluvia que nada más terminado el aguacero, corrió fuera hasta su pluviómetro para leer que habían caído diez litros por metro cuadrado, lo suficiente para ahorrarle regar su jardín durante varias semanas.
Texto de Carol Hawes
Fotos de Lesley Whayman
Junio 2017
Visita guiada al Jardín Botánico de Valencia y otros jardines de la ciudad de Valencia
El Jardín Botánico de la Universidad de Valencia tiene una larga e interesante historia, desde sus orígenes como jardín medicinal, hasta la creación de las extensas y maduras colecciones de plantas que podemos ver hoy en día. En 1567, el gobierno de la ciudad dio a la Universidad un lugar donde se pudiera cultivar las plantas necesarias a la enseñanza de la medicina. Pero en el siglo XVIII, la Edad de la Ilustración llegó a España con los nuevos monarcas, los Borbones, quienes fomentaron la expansión del conocimiento científico. La Universidad propuso entonces un jardín botánico completo y separó la enseñanza de la botánica de aquella de la medicina. Los que se interesaban por la mejora de las cosechas locales también pidieron un lugar para investigar, y, en 1798, la ciudad accedió a todas las peticiones y se inició el trabajo, hasta descubrir que el lugar no era el adecuado. Finalmente se eligió un nuevo lugar, mejor irrigado, junto al río Turia, y esas cuatro hectáreas son la base del jardín actual.
El nuevo jardín sufrió durante la invasión napoleónica, pero a mediados del siglo XIX era el primer jardín botánico de España y se utilizaba para aclimatar nuevas plantas traídas por expediciones a Sudamérica. Esto llevó a la necesidad de un invernadero para proteger las plantas exóticas, un reto que se llevó a cabo en 1862. Este "Invernadero Tropical" alberga ahora la vegetación de las selvas tropicales.
Antes de finalizar el siglo XIX, se construyó otro gran invernadero para albergar las palmeras sensibles a las heladas, y se añadieron otros cuatro más pequeños para contener colecciones de orquídeas, helechos, bromelias y plantas carnívoras. En 1900, se inauguró el Umbráculo, una celosía de hierro inspirada en las bóvedas de las estaciones de la época. Este edificio fue destruido por un incendio y reconstruido en 1990 según el modelo original.
Desgraciadamente, el jardín sufrió un declive en el siglo XX y fue dañado por la riada de 1957. Se restauró en parte en los años sesenta, pero hasta 1987 la Universidad no empezó una rehabilitación completa, que terminó con la construcción de un edificio dedicado a la investigación en el 2000. Hoy, el jardín contiene 4.500 especies diferentes de plantas, una biblioteca y un herbario. Ofrece conferencias y cursos, alberga exposiciones y juega un papel importante en la vida de la ciudad.
Nuestra visita al jardín del 10 de junio empezó por la parte más antigua, la Escuela Botánica, donde se explica la evolución de las plantas. Allí están algunos de los más antiguos y más grandes árboles, hasta de 160 años, los cuales son impresionantes. Hay algunas rarezas sorprendentes como un par de Podocarpus macrophyllus, de los cuales el ejemplar hembra estaba cargado con frutos azulados.
Vimos las partes con las plantas nativas del Mediterráneo, la colección de helechos en una umbría húmeda, y un jardín de rocas con plantas resistentes a la sequía como los Phlomis, lavandas, y la Scabiosa cretica con su redonda cabeza de semillas. Al acercarnos al Invernadero Tropical (plantado en 1990), vimos una enorme y vieja palmera del Senegal con múltiples troncos (Phoenix reclinata).
Al lado del Invernadero Tropical, encontramos el elegante Umbráculo, lleno de hermosas plantas amantes de la sombra, entre las cuales admiramos especialmente matas de Alpinia zerumbet en plena floración y coloridas palmeras de especies de Chamaedorea.
Algunas de las partes más recientes contienen plantas de lugares geográficos específicos como Sudáfrica, California y Australia. Nos alegramos de ver diversas Melaleucas australianas con flores blancas y malva, una interesante Indigofera sudafricana, y bellas Dietes grandiflora blancas florecidas.
La parte del jardín conteniendo plantas grasas es igualmente dividida geográficamente, de modo que se reagrupan separadas las especies de las zonas cálidas y secas de América y de África. En la sección americana, vimos enormes palmeras Washingtonia dominando grandes agaves, cactus y ejemplares florecidos de Yucca rostrata y Dasylirion.
Encima de los aloes, aeoniums y crasulas de la zona africana, vimos árboles de Moringa peregrina y Dichrostachys cinerea, con sus sorprendentes flores rosa y amarillo, las cuales ya habíamos admirado en una visita anterior. De vuelta a la entrada, pasamos por la colección de flora valenciana y por parte de la extensa colección de palmeras.
Después de dejar el Jardín Botánico, pudimos admirar varios de los elementos arquitectónicos de la ciudad. Nuestro itinerario nos llevó por las impresionantes Torres de Quart, uno de los dos vestigios existentes de la muralla medieval, con su imponente puerta de madera flanqueada por sus dos enormes torres semicirculares. Luego exploramos la Lonja de la Seda del siglo XV. La fabricación de la seda (incluyendo el cultivo de los gusanos de seda y de las moreras (Morus alba) que los alimentan, así como el tejido de los hilos de seda) fue la industria principal de Valencia del siglo XV al XVIII, proporcionando trabajo a la mitad de su población. Este magnífico edificio, Patrimonio de la Humanidad, se compone de tres secciones, la mayor siendo la sala de contrataciones, de estilo gótico valenciano. Las columnas de mármol retorcidas se abren como hojas de palmera cuando alcanzan el alto techo abovedado, originalmente pintado de azul con estrellas doradas. También hay un pequeño jardín con naranjos y parterres de hierba limitados por setos.
Al lado encontramos un ejemplo más moderno de arquitectura valenciana: el Mercado Central, un llamativo edificio terminado en 1928, y cuyos arquitectos intentaron capturar el espíritu valenciano en su diseño, utilizando los colores de la bandera valenciana en las ventanas.
Después de un rato en el mercado, explorando sus numerosas paradas, dejamos esta zona ajetreada y anduvimos hasta los tranquilos jardines del museo de arte o MuVIM, donde su excelente restaurante nos ofreció una comida agradable y una oportunidad de descansar y de hablar sobre lo que habíamos visto. Dimos de nuevo nuestros agradecimientos a Salvador, nuestro entusiasta guía y nuestra perpetua fuente de información.
Texto de Carol Hawes y fotos de Alan Hawes
Traducido por Jacqueline Charron
Mayo 2017
Paseo guiado por el Parque Natural de la Font Roja.
Este importante parque natural al norte de la provincia de Alicante abarca 2300 hectáreas del bosque mediterráneo mejor conservado de la Comunidad Valenciana. Se extiende más o menos de Este a Oeste, a lo largo de la Cordillera Bética, entre los pueblos de Ibi y Alcoy. Es famoso por su alto nivel de biodiversidad: un libro describiendo e ilustrando las especies vegetales encontradas en él, identifica hasta 922 de ellas.
Diversos tipos de bosque coexisten dentro del parque, dependiendo de la orientación, la cantidad de precipitaciones, y la altitud. En la cara Sur de la montaña, más seca, hay algunos puntos con encinas o carrascas, en los niveles bajos. Pero en la cara Norte, más húmeda, las pendientes más bajas están cubiertas con densos bosques de estas carrascas o Quercus rotundifolia. Por encima de los mil metros, los árboles caducifolios ya dominan, sobretodo el fresno de flor o Fraxinus ornus, y el roble portugués o Quercus faginea, aunque en las laderas más altas, húmedas y abrigadas, el fresno de flor va acompañado por el arce de Granada de hojas pequeñas o Acer granatense, del mostajo, el serbal blanco o Sorbus aria, y de los tejos o Taxus baccata. Entre las 25 especies diferentes de árboles que crecen naturalmente en el lugar, el más raro es el Quercus cerrioides (un roble híbrido poco común, con grandes hojas) del cual hay diez ejemplares, el Sorbus torminalis con 14 ejemplares, y el Juniperus thurifera, con el único ejemplar de la provincia de Alicante.
Nuestra visita del 20 de mayo empezó en el impresionante edificio "Font Roja Natura" que hoy sustituye al hotel construido en 1926. Es un centro de investigación científica perteneciente a la Universidad de Alicante. El Centro de Visitantes expone información sobre el parque y alberga acontecimientos y cursos, abiertos al público. A su lado se encuentra una iglesia del siglo diecinueve, la última de las que sustituyeron a la primera del siglo diecisiete. Se conoce como el Santuario y fue construida para conmemorar una aparición de la Virgen. Cerca está la fuente que da su nombre al lugar. Ahí vimos un endemismo que crece a la sombra, en la pared de piedra: la Saxifraga corsica.
Fuimos por el lateral del Centro de Visitantes para admirar la vista panorámica sobre el Valle del Polop. Nuestro guía, Salvador Pastor, cuyo abuelo vivió en ese valle por debajo de nosotros, nos proporcionó datos interesantes sobre la historia del lugar. Nos explicó que se había limpiado la zona de árboles para servir de pasto a las ovejas, y después utilizado la viticultura hasta que la Phylloxera acabara con las viñas.
Luego empezamos a subir lentamente por la ladera Norte, pasando por delante de la iglesia y de las ruinas de las casitas que completaban el antiguo complejo hotelero, y que está previsto restaurar. Mientras andábamos, Salvador nos explicó la gran importancia del ecosistema del bosque. Los árboles no solo fijan el suelo evitando la erosión, también proporcionan sitios donde anidar a los pájaros que controlan los insectos dañinos para los árboles. Además dejan caer sus hojas, las cuales forman una capa de materia vegetal. Es esta materia la que alimenta y protege las lombrices que oxigenan el suelo, y los insectos que deshacen la hojarasca. De este modo, a través de la fotosíntesis, los árboles extraen el carbono de la atmósfera y se lo devuelven a la tierra.
En el curso de nuestra visita, pasamos al lado de un espectacular ejemplar de Quercus rotundifolia (la especie de encina que prospera en este clima cálido). Este árbol es un elemento primordial en este bosque ya que resiste los daños de la nieve mejor que el Pinus halepensis. La copiosa e inusual nevada del invierno pasado ha causado grandes destrozos en las partes del parque ocupadas por este tipo de pino.
Cruzamos la sombreada zona de picnic, la cual es muy apreciada por la gente del lugar, y seguimos cuesta arriba por el bosque de carrascas, hasta el principio del bosque de caducifolios. Allí vimos muchos ejemplares de Quercus faginea (roble portugués) y de Fraxinus ornus (fresno de flor). Entre los árboles caducifolios, tuvimos el placer de ver matas floridas como el Cistus albidus (jara blanca o estepa) y pequeñas plantas de flor como la Saponaria ocymoides, la Globularia vulgaris, el Linum narbonense y el Lotus corniculatus. Pusimos especial interés en encontrar las flores de dos endemismos de la zona, raros en otros sitios, el Ononis aragonensis y el Cytisus heterochrous.
Otro aspecto del paseo que disfrutamos fue la oportunidad de trepar por un agujero entre los bloques de piedra que forman la cara de un acantilado, para sentir la corriente de aire frío que sale por hendiduras de la montaña. Este lugar se conoce como la Cueva Helada.
Disfrutamos también de la información desplegada sobre la producción del carbón de leña y de la cal en el pasado, y de las réplicas de una carbonera y de un horno de cal. La cal, mezclada con arena, gravilla y agua, era esencial para fabricar el mortero de construcción, y el carbón de leña se utilizaba en los hogares como combustible.
En suma, hubo mucho en que pensar y discutir mientras regresábamos por la senda hasta el restaurante, donde nos sentamos a la sombra y disfrutamos de una comida larga y deliciosa. Todos hemos aprendido mucho de las explicaciones de Salvador y le damos las gracias por hacer ese día tan interesante y agradable.
Texto de Carol Hawes
Fotos de Karen Leathers y de Lesley Whayman
Traducido por Jacqueline Charron
Abril 2017
Visita a dos jardines privados pertenecientes a miembros del grupo
El tiempo en el sureste de España durante el invierno y la primavera de este año ha sido muy poco habitual. Hubo mucha más lluvia y nieve de lo normal para esta región, y mientras algunos de nosotros se alegraron a la vista de un magnifico despliegue de flores silvestres, otros sufrieron de casas inundadas y de jardines dañados. La nieve cayó en las playas, un espectáculo interesante y escaso, y también sobre las zonas no acostumbradas a recibirla, causando un daño extendido a los árboles, especialmente a los pinos (Pinus halepensis) y a los olivos. Las oscilaciones de temperatura, de día como de noche, espolearon algunas plantas en su temprano crecimiento, mientras que otras eran dañadas por la helada. Un día la primavera pareció haber llegado, y el verano estar muy cerca, hasta que los días de invierno, tristes y fríos, volvieron de nuevo. Sin embargo, las plantas en general han apreciado la humedad extra; el suelo ha sido limpiado de los residuos dejados por la irrigación con aguas tratadas, y los jardines han empezado a enmendar cualquier daño sufrido. Y sí, las flores silvestres han sido especialmente hermosas y extendidas este año.
El 29 de abril, nos citamos en un grande e impresionante vivero, cerca del primer jardín que teníamos que visitar aquel día, el de Edward y Beth Kendal, cerca de Muro de Alcoy. Después de haber aprovechado la oportunidad de investigar las muestras de plantas bien rotuladas y de comprar algunas de ellas, Edward nos llevó en comitiva hasta su jardín. Beth y otros miembros nos agasajaron con bebidas de bienvenida calientes, ya que era un día particularmente frío, y que la casa y el jardín están en una pendiente en la ombría, orientada al norte y entre un pinar. Afortunadamente el suelo no estaba tan barroso como ellos se temían que fuese después de las recientes fuertes lluvias. Pudimos explorar sus terrazas herbosas y buscar las últimas orquídeas (Ophrys scolopax) y descubrir otros tesoros como el Aphyllantes monspeliensis, y una rosa banksia blanca doble que crecía sobre un viejo almendro.
Beth nos explicó los encantos del lugar: su tranquilidad, sus vistas sobre los acantilados encima de la casa, y la profusión de plantas silvestres, compensaban de sobra los problemas ocasionales con las inundaciones.
Cuando nos hubimos reagrupados todos en nuestros coches, Edward nos llevó a unos pocos kilómetros a la casa de Maggie y William Pack, quienes llevaban antes el club de jardines "Oasis". Habían invitado a muchos anteriores miembros y amigos para unirse a nuestro grupo alrededor de una barbacoa y para ver las últimas realizaciones en su jardín. Cuando llegamos, al principio fue un placer simplemente estar en la terraza principal, disfrutando de la vista panorámica sobre el ancho valle hasta las colinas lejanas. Después, cuando miramos hacia abajo, nos dimos cuenta de las muchas zonas plantadas y de las características del jardín de abajo, y quisimos explorarlo.
Bajamos por las sinuosas sendas de gravilla, observando la excelente mezcla de plantas en flor, como osteospermum, lavandas y otras plantas con follaje grisáceo, arbustos y palmeras, yucas, pitas y diferentes árboles diseminados cerca de ellas para darles interés y sombra. Las especies rastreras y las plantas grasas que se extendían eran utilizadas para vestir zonas de terreno en pendiente y para evitar la erosión del suelo. Ribas de piedra, de troncos y otros materiales añadían interés mientras volvíamos a subir hacia la casa.
Al final alcanzamos el bonito estanque y la fuente de la pagoda. Aquí también hay un nuevo rosal sobre un enrejado, con un banco hecho por William, que mira al estanque. Cerca, en este nivel bajo, había algunos grupos excepcionalmente hermosos de irises en plena floración.
Cuando volvimos finalmente a la terraza principal, detrás de la casa, todo el mundo se estaba preparando para disfrutar de la magnífica comida de tres platos, la cual fue muy bien acogida en ese día tan sorprendentemente fresco de últimos de abril.
Era difícil creer que los dos jardines que acabamos de visitar hubiesen sufrido un considerable daño por culpa de las inundaciones durante las fuertes lluvias del invierno pasado. Obviamente los dueños de los dos jardines, Edward y Beth, Maggie y William, y su ayudante Lyn Ring, habían tenido que hacer mucho esfuerzo para volver a poner orden a tiempo para nuestra visita. Sin embargo, los buenos jardineros no descansan mucho tiempo, pues nos enteramos que William ya tenía un nuevo proyecto en mente.
Texto de Carol Hawes
Traducido por Jacqueline Charron
Fotos de Carol Hawes, salvo cuando se menciona a otra persona
Abril 2017
Visita del Palmeral de Elche con el Huerto del Cura y el Museo del Palmeral, seguida de la visita al Jardín morisco del Té en Crevillente.
Elche es una ciudad muy bella y original cuyo histórico palmeral, el más grande de Europa, fue declarado Patrimonio Mundial en el 2000. Trescientas mil palmeras datileras (Phoenix dactylifera) rodean el centro histórico de la ciudad, en diversas parcelas conocidas como "huertos", los cuales son los últimos ejemplos del antiguo sistema agrícola creado por los árabes. Se cree que los Fenicios trajeron la palmera datilera a la zona hace por lo menos 2500 años, pero fueron los moros quienes desarrollaron sistemas de riego para aprovechar los fértiles suelos de la región, utilizando líneas de palmeras para cercar y sombrear el suelo donde se cultivaba frutas y verduras. La historia del palmeral y las vidas de quienes habitaban y trabajaban están bien representadas en el interesante Museo del Palmeral, ubicado en una tradicional masía del siglo XIX, rehabilitada, que alberga maravillosos ejemplares de "palma blanca" y explica los procesos utilizados en su producción.
La creación de palma blanca o palmas blanqueadas es única en Elche. Se llevan en la procesión del domingo de Ramos por la ciudad. Algunas de las frondas están tejidas a mano por métodos tradicionales en adornos intricados, y cada Pascua, los ejemplos más hermosos se envían al Papa y a otros personajes notables. El museo también alberga un taller donde se muestra el arte de tejer las palmas, así como una réplica de un huerto tradicional con sus zonas cultivadas y su sistema de riego.
El más famoso de los huertos de Elche es sin lugar a duda el Huerto del Cura, llamado así por el sacerdote que fue su propietario hasta 1918. Todavía es un jardín privado, pero acoge a visitantes del mundo entero, y tal como ocurría en el pasado, muchas personas importantes vienen a ver la famosa palmera imperial. En 1894, una famosa visitante fue la emperatriz Elizabeth de Austria, a la cual la palmera debe su nombre.
Este extraordinario ejemplar es poco común porque el tronco principal produce nuevos brotes, no a nivel del suelo como es habitual, sino a más de un metro de altura; así los ocho troncos actuales se alimentan todos de la sabia del tronco principal. El árbol tiene ahora 165 años y necesita un considerable apoyo estructural para asegurar su supervivencia futura. El jardín contiene un número importante de palmeras etiquetadas pertenecientes a muchos géneros, así como una colección destacable de plantas grasas y de cactus. Además, tiene bonitos estanques y sendas que serpentean entre rincones de arbustos, bulbos y helechos de muchos tipos.
Un grupo de 16 personas de nuestra sección participó en la visita del primero de abril. Esta empezó con una exploración de una hora por el Huerto del Cura, seguida por otra hora disfrutando de la información expuesta en el museo y por el paseo por la recreación de un típico huerto, con su flujo de agua de riego. Luego anduvimos hasta la cercana Glorieta, donde comimos en uno de los muchos restaurantes y bares que rodean la agradable plaza con sus altos y floridos macetones de azulejos entre palmeras. A continuación, un corto paseo nos llevó hasta una de las más recientes innovaciones del pueblo: una de las paredes de la torre Calaforra, del siglo doce, ha sido transformada en los dos últimos años en un jardín vertical, y alberga un pequeño bar.
Aprovechamos la oportunidad de descansar allí bebiendo y tomando helados mientras nos explicaban cómo se había construido y plantado el jardín. Solo tuvimos tiempo para dar la vuelta al exterior de la basílica de Santa María (lugar de la mezquita cuando la ciudad fue conquistada por Jaime 1 en 1265). Admiramos los distintos estilos arquitectónicos de todas sus fachadas, antes de volver a nuestros coches para dirigirnos al Jardín moro del Té, cerca de Crevillente.
Este jardín, llamado realmente Carmen del Campillo, es asombroso, no solo por su interés y gran belleza, sino porque está situado en un lugar muy tranquilo y apartado, en medio de campos de olivos, almendros y granados, y de alguna plantación de naranjos. Cuando llegamos allí y entramos todos en este oasis de altas palmeras y cipreses, aislado de la campiña circundante por altos muros, fue como entrar en otro mundo, en otro tiempo.
El conjunto está abierto al público muchas tardes, y uno puede pasearse por sus jardines y explorar parte de la casa (la cual es un museo en sí), antes de instalarse en uno de sus muchos rincones para disfrutar de sus tés tradicionales (de muchos sabores) y de deliciosas pastas. Nosotros exploramos los múltiples y fascinantes rincones de la casa mora y del jardín, disfrutando tanto de sus aspectos arquitectónicos como de los setos, albercas, fuentes, y gran variedad de plantas. Algunos de nosotros se quedaron hasta el anochecer, sin ganas de abandonar un sitio tan bonito.
Text por Carol Hawes
Traducido por Jacqueline Charron
Noviembre 2016
Reunión anual de la sucursal en Crevillente para el encuentro de fin de año
La cita de fin de año, el día 19 de noviembre, tuvo lugar como de costumbre en el hogar del responsable de la sucursal. Alan y yo fuimos muy contentos de dar la bienvenida a 25 miembros y amigos, muchos de los cuales disfrutaron del elemento añadido: la feria de plantas. Una gran variedad de plantas y de esquejes estuvo en oferta para el intercambio, con consejos para su cultivo.
También disfrutamos de café y pastas antes de la parte más importante de la reunión, cuando Alan informó sobre su visita a Atenas para la asamblea general de la sociedad, y sobre las ideas acerca de visitas de la sucursal para 2017. Alan nos enseñó algunas fotos tomadas en los jardines que se incluían en el programa principal de Atenas y describió los jardines tan variados que se visitaron, antes de dar un breve resumen de las reuniones de trabajo de la asamblea.
Como responsable de sucursal, Alan asistió primero a una reunión con el comité administrativo actual y otros responsables de sucursal. Entonces se le comunicó que la página web española que él publica recibe centenares de visitas cada mes, lo cual es alentador. (Esperamos ampliar su alcance incluyendo artículos sobre jardines en España, así como actividades de sucursal.
En la asamblea general el domingo 23 de octubre fue elegido un nuevo comité administrativo, presidido por Caroline Davies (Melbourne), con Jean Pierre Bouchez (California) como vice presidente y Lefteris Dariotis (Grecia) como consejero. La secretaria Vivien Psaropoulou y la tesorera Jill Yakas, ambas residentes en Atenas, provienen del anterior comité administrativo y proseguirán su apreciable labor. Un importante tema de debate fue la fundación del jardín Sparoza y la necesidad de hacerlo económicamente autosuficiente.
Alan tuvo la suerte de disponer del día siguiente en Atenas mientras esperaba su vuelo de vuelta a casa. Así tuvo la oportunidad de hacer una visita matutina a los lugares arqueológicos más destacados. Nos enseñó algunas fotos espectaculares del Acrópolis, del antiguo ágora, y de otros templos en ruinas en el centro de la ciudad.
Siguiendo con el programa provisional de la sucursal para 2017, Alan trazó planes para cuatro reuniones de primavera y dos de otoño, todas, el sábado. En primavera propusimos una visita a principios de abril a Elche para ver el Huerto del Cura y el Museo del Palmeral, terminando el día en el jardín de la tetería morisca. La siguiente cita, unas semanas más tarde en la zona de Alcoy, será el jardín de Maggie y William Pack e incluirá una barbacoa. Esto será seguido por un paseo a finales de mayo por el parque natural de la Font Roja, a cargo de Salvador Pastor y una visita a principios de junio, al jardín botánico de Valencia, igualmente a cargo de Salvador. Las fechas definitivas y los detalles se darán pronto a conocer. En octubre tendremos la oportunidad de ver el jardín espectacular de Judy y Bernhard Bauer, y a finales de año habrá otra cita en noviembre después de la asamblea general de la sociedad.
Alan terminó su informe agradeciéndoles a aquellos miembros de la sucursal que organizaron las citas del año y abrieron sus jardines para nosotros. También agradeció a todos los miembros y amigos por su asistencia entusiasta a las citas. En este punto, tanto él como yo, fuimos agradablemente sorprendidos por unos aplausos en reconocimiento de nuestra labor durante este primer año como los responsables de sucursal. Ya que todavía hacía sol y calor fuera, pasamos un rato paseando por el jardín. Alan y yo disfrutamos enseñándolo a los nuevos miembros, mientras que aquellos que ya lo conocían desde hace años fueron impresionados por la madurez que ha alcanzado.
Muchas de las contribuciones al buffet habían sido desplegadas por nuestras dos maravillosas ayudantes y varios grupos de los miembros pudieron relajarse y charlar, comiendo en la terraza o en el patio. Después hubo otra oportunidad de volver a la feria de plantas para recoger alguna maceta más para llevar.
Nos sentimos muy satisfechos de la atmósfera cordial y relajada de ese día y miramos adelante con renovado entusiasmo para el año que viene.
Texto de Carol Hawes
Traducido por Jacqueline Charron
Octubre 2016
Visita, cerca de Oliva, a los jardines de dos miembros, jardines encaramados a una colina con vistas panorámicas.
Muchos de los que eligen vivir cerca del mar entre Alicante y Oliva aprovechan la oportunidad de construir sobre las laderas de las montañas costeras que ofrecen vistas impresionantes sobre la huerta y el mar. El tiempo y el esfuerzo invertidos en transformar la pendiente rocosa en un hogar con jardín nos ha quedado patente a los que visitamos dos de esos jardines el 15 de octubre.
Las obras de la casa y jardín de John y Maggie Male están todavía en curso. Resultó fascinante comparar el nivel inferior tan plantado y decorado con arte, con el nivel superior, inconcluso y donde la pendiente está aún sin estructurar ni domesticar. John es un experto jardinero, pero necesita pasar mucho tiempo en la construcción de su casa y en el complicado acondicionamiento de su jardín. Trabajó como jefe de jardinería en Oriente Medio, y sus experiencias allí, así como sus contactos con los diseñadores del famoso jardín Majorelle de Marrakech en Marruecos, le han influenciado mucho para la creación de su propio jardín. Planea crear numerosos rincones íntimos, muy aislados respeto a las propiedades vecinas, pero abiertos a las vistas de las montañas y del mar
En el nivel inferior, rodeando la entrada, el paisaje se completó con muros de contención compuestos por una piedra que contiene sales de hierro cristalizados figurando motivos en forma de helechos. Algunas superficies verticales están pintadas con el mismo profundo azul cobalto que caracteriza los jardines Majorelle, mientras que las zonas de paso llevan el complicado diseño de guijarros y ladrillos.
Hay dos preciosas fuentecitas entre las plantaciones, las cuales incluyen desde palmeras Washingtonia, Syagrus y Chamareops, Cipreses y Cycas, hasta matas de flor como Oleander y trepadoras como Plumbago.
John pretender mantener algunas de las plantas que ya se encontraban en el lugar como un gran algarrobo y unos olivos, así como el romero, con los que reflejar la flora típica de la zona. Unas plantas en macetas suavizan la aridez de algunos sitios, incluso en las pequeñas zonas de asientos que encontramos a medida que vamos subiendo hacia lo más alto, desde donde se puede disfrutar de las vistas más esplendidas.
Desde la casa de John fue un corto paseo hasta llegar a la casa de Valerie y Roger Brown. Compraron su parcela en 2002, cuando no era más que un trozo de pendiente desnuda, y se mudaron a la casa un año después. Entonces quedaba mucho trabajo por hacer en muros de contención, terrazas y piscina. Pero han disfrutado del reto de crear un atractivo jardín de plantas de secano con muchos toques artísticos. Val es una pintora de éxito, y su vena artística añade interés a muchas zonas del jardín. Ella también gusta del contraste entre las superficies pintadas de un azul intenso y los colores claros en las rosadas paredes de la casa y en las rocas.
Antes de recorrer el jardín, disfrutamos de un corto descanso y de un refrigerio en la terraza de la piscina. Allí admiramos las plantas en macetas y las decoraciones murales, algunas obras de Valerie.
Cuando fuimos bajando hacia los niveles inferiores, aparecieron las sendas de abajo con su orla de matas floridas como Brugmansia y Plumbago, y árboles tales algarrobo, higuera y limonero, con los pies tapizados de variadas matas perenes y plantas grasas.
Val y Roger han utilizado las grandes rocas que ya estaban en el lugar para construir los muros de contención de las terrazas inferiores, una iniciativa que dio un carácter natural a esta parte. Sendas con gravilla serpentean entre parterres con matas de romero, Santolina, Polygala, Lantana, así como plantas grasas y diversos cactus. Conducen a tranquilas áreas con asientos en la sombra a determinadas horas del día.
Mientras subimos hacia la terraza de la piscina, siguiendo el otro lado de la casa, pasamos al lado de un punto particularmente atrayente para el descanso: un asiento curvo, cubierto de azulejos, formando la más baja de una serie de pequeñas terrazas, con plantas interesantes y elementos artísticos llamativos.
Finalmente tuvimos oportunidad de beber y charlar mientras nos reuníamos en la terraza de la piscina. Luego, muchos de nosotros disfrutamos de una comida en un restaurante de la llanura costera, junto a John, Val y Roger, a los cuales agradecemos el habernos proporcionado una mañana tan interesante y agradable. Algunos de nosotros, quienes trabajamos en jardines planos, envidiamos la variedad de aspectos y rincones escondidos que caracterizan estos dos jardines en cuesta, pero nos damos cuenta ahora de cuanto trabajo se requiere para crearlos.
Texto de Carol Hawes
Traducido por Jacqueline Charron
Junio 2016
Visita a los jardines del Turia en Valencia
Hay muchos jardines hermosos en Valencia y ya hemos disfrutado de anteriores visitas al jardín botánico y al jardín de Monforte. En esta ocasión elegimos explorar los jardines del Turia con el fin de aprender sobre la gran diversidad de árboles que crecen allí. Tuvimos un excelente guía en Salvador Pastor, quien supervisó la plantación de muchos de ellos cuando la zona de antigua crianza fue reformada y abierta al público, hace unos quince años. Además, Salvador es jardinero municipal desde hace treinta y dos años.
Antes de empezar nuestra gira, Salvador nos explicó brevemente la historia de la ciudad de Valencia desde su fundación por los Romanos en 138 a.C., sobre una isla en la desembocadura del río Turia. El río sirvió sobre todo al comercio y al riego de la fértil llanura colindante, pero durante los siglos siguientes hubo muchas inundaciones desastrosas que destruyeron puentes y edificios. En el siglo catorce se construyeron altas murallas de piedra para proteger la ciudad, pero esto no pudo evitar la catastrófica riada de 1957 durante la cual murieron más de ochenta personas. La solución definitiva, aunque costosa, era crear un nuevo lecho para el río, con desembocadura a cuatro kilómetros al sur del puerto.
Cuando empezamos a pasear por los jardines, Salvador nos explicó como el antiguo cauce fue transformado en una hilera de jardines públicos, los cuales son ahora muy apreciados por la gente para hacer deporte, así como para relajarse bajo los magníficos árboles. En 1979, hubo un ‘día del árbol’ durante el cual la gente plantó algunas de las especies más corrientes para empezar a rellenar el espacio libre, y desde entonces otros especímenes menos corrientes han sido añadidos.
Pasamos por debajo del Puente del Real a una zona donde hay muchos árboles crecidos y enormes, algunos de los cuales son remanentes de aquella antigua área de crianza, como las muchas especies de Ficus. Han sido intercalados con bellos árboles de flor como el Brachychiton acerifolius con sus brillantes flores rojas, la Grevillea robusta con sus espigas de flores naranja, la Jacaranda mimosifolia con sus grupos de flores malva y la otra Erythrina caffra. En este último árbol pudimos ver que las flores anaranjadas de este año ya habían producido sus características vainas retorcidas que albergan semillas naranja chillón.
Otros árboles poco vistos son la muy erguida Araucaria columnaris (syn. A. cookii, originaria de Nueva Caledonia con nombre relacionado con el Captain Cook) y el Brachychiton discolor, otro nativo de Australia, con grandes flores acampanadas de color rosa. También hay varias especies de palmeras, incluyendo la Livistona decora (syn. L. decipiens), el Sabal mexicana y el Phoenix roebelenii. Entre numerosas palmeras Phoenix reclinata, Salvador nos señaló un ejemplar que desarrolló un único tronco, de rápido crecimiento, sugiriendo que bien podría ser un híbrido, mezcla de P. canariensis.
Luego entramos en los jardines del Real (o Viveros) con su alineación de enormes palmeras Washingtonia filifera. Vimos los restos del Palacio Real que fue iniciado por los soberanos musulmanes del siglo noveno. Después de la conquista cristiana, se construyó un nuevo palacio con jardines espléndidos que alcanzaron su apogeo en el siglo dieciséis, y fueron destruidos por completo en 1810.
Salvador había previsto que comiéramos en los jardines y aunque amenazaba con llover, nos sentamos muy gustosamente a las mesas reservadas y disfrutamos de una gran variedad de platos y de la ocasión de charlar. Luego empezó la lluvia y algunos miembros decidieron volver a casa después de agradecer a Salvador una mañana interesante.
Los seis restantes tomamos taxis para ver otro jardín que Salvador consideraba de nuestro interés. El jardín del Antiguo Hospital, el cual ocupa el solar de la antigua escuela de Medicina y está cerca del MuVIM (Museo Valenciano de Ilustración Moderna), alberga grandes ejemplares de Ficus macrophylla, Cedrus deodara y Cupressus cashmiriana.
Todavía más impresionante resultó ser la línea de Brachychiton discolor en plena floración y una pequeña Erythrina crista-galli cubierta de flores rojas.
Finalmente, Salvador nos llevó al extremo del edificio del MuVIM para enseñarnos sus ‘árboles milagrosos’ – una línea de Brachychiton rupestris que ha logrado sobrevivir a la vida callejera y sin riego, haciendo honor a su reputación de pertenecer a los árboles más resistentes del mundo.
Volviendo a nuestros coches en autobús por las calles de la ciudad, pudimos apreciar el gran número de árboles plantados allí y darnos cuenta de su importante papel en hacer de Valencia una ciudad tan bonita.
Estamos muy agradecidos a Salvador por proporcionar un final tan adecuado a una maravillosa serie de seis encuentros primaverales.
Texto Carol Hawes (traducido por Jacqueline Charron)
Fotos de Alan Hawes
Mayo 2016
Visita al Jardín de l’Albarda
El principal objetivo de este encuentro fue visitar el jardín de l´Albarda en Pedreguer (Alicante). Creado en 1990, este jardín demostrativo propiedad de FUNDEM-Fundación Enrique Montoliu, nos muestra gran variedad de plantas autóctonas que ayudan a restablecer el equilibrio ecológico, a través del principio de jardinería sostenible que conlleva, entre otras ventajas, un bajo consumo de agua. Es extraordinariamente hermoso en todas las estaciones del año, y alberga una extensa colección de rosas y palmeras. Los detalles arquitectónicos también son de gran importancia, recreando el estilo de los antiguos jardines renacentistas valencianos, influenciados por la cultura árabe. El jardín está abierto al público todos los días de 10:00 a 14:00 horas y durante los meses de julio y agosto está abierto también por las tardes de 17:00 a 20:00 horas. Se hacen visitas guiadas en varios idiomas.
Las donaciones aportadas por los visitantes y por los eventos que allí se celebran se destinan al mantenimiento y conservación del jardín. FUNDEM también tiene como objetivo la conservación del entorno natural de la Comunidad Valenciana a través de la compra
y custodia de terrenos de alto interés ecológico. Las donaciones de los socios de FUNDEM son destinadas exclusivamente a este fin.
Antes de iniciar nuestra visita al jardín de l´Albarda, y muy cerca de este, tuvimos la oportunidad de realizar una breve visita al jardín de una de nuestras socias, Alison Tain (la última visita fue hace cuatro años). El pasado invierno, la hija de Alison hizo una parte nueva en el jardín, que teníamos muchas ganas de ver, aunque la mayoría del grupo no había visto el resto del jardín tampoco. La nueva zona contiene plantas poco comunes entre las cuales había algunas con hojas plateadas o azul verdosas como Acacia baileyana, Eremophila nivea, Melianthus major, Lavandula multifida y una reciente palmera Bismarckia nobilis. El jardín es fascinante, con muchos toques artísticos, así como plantas y combinaciones de colores interesantes. Quedamos encantados de poder descubrir todos sus rincones mientras disfrutábamos de un buen café y pastas.
Tras esta maravillosa visita, nos dirigimos al jardín de l´Albarda, donde tuvimos una calurosa bienvenida por parte de Enrique Montoliu y del guía de jardín, Ángel. Visitamos las principales partes del jardín, mientras que Ángel nos iba contestando a cada pregunta que hacíamos sobre las plantas que veíamos. A destacar la gran calidad en el mantenimiento del jardín, que solamente cuenta con tres jardineros con ayuda de Ángel cuando no realiza las visitas guiadas.
Comenzamos por el jardín formal, y alrededor de la casa hasta la terraza, con sus magníficas vistas desde la piscina a la rocalla de Montgó y a varias partes del jardín.
A continuación, visitamos el interesante Umbráculo (donde en verano la temperatura puede ser 10ºC más baja que en el exterior), el cual alberga variedad de palmeras, incluyendo grandes Howeas y pequeños Raphis, junto a cícadas, aspidistras and ophiopogons.
¡Dos altísimas palmeras Caryota intentando acercarse al sol han hecho su camino a través del techo de rejilla!
Seguidamente nos dirigimos con Ángel a la fuente renacentista donde nos explicó el ecológico sistema de filtración del agua usando plantas como lirios y cannas. Pasando la fuente, entramos por un impresionante camino de altas palmeras (Bismarckia nobilis and Syagrus romanzoffiana) y algunos enormes pinos de la isla de Norfolk (Araucaria heterophylla), entremezclados con árboles cítricos y una “alfombra” de fresas silvestres.
Llegamos a una gran pérgola de metal con varios ejemplos de rosa ‘Paul’s Himalayan Musk’ que empezaban a cubrirla, y luego paseamos a través del ‘jardín perfumado’ donde lavandas, salvias y otras plantas aromáticas están cobijadas al abrigo de Fraxinus ornus y Pistacia lentiscus por lo que los olores pueden ser más fácilmente apreciados.
Después admiramos la rocalla del Montgó (diseñada como réplica de la cercana montaña, acogiendo muchas clases de flora autóctona) y el estanque, pasando por el claro oscuro de la sombra que nos ofrecían los arces y robles hasta llegar hasta la más reciente construcción que se está realizando dentro del jardín. Este nuevo edificio albergará un auditorio, en forma de anfiteatro que será utilizado tanto para conciertos, conferencias, etc.
De vuelta a la casa, pasamos por la entrada de otro jardín formal con jacarandas en flor llegando seguidamente al jardín valenciano, un gran paseo delineado por una extensa pérgola cubierta con rosas trepadoras. En su lado exterior pudimos apreciar el maravilloso muro hecho de mosaico de azulejos azules en el que habían insertados retratos de animales, flanqueado por una línea de columnas azules que nos pareció maravilloso.
La principal particularidad de esta zona es la preciosa fuente valenciana de estilo árabe. Paralela al muro azul hay otra pérgola cubierta de rosas con una cúpula central, bajo la cual nos reunimos para disfrutar de unas deliciosas tapas ofrecidas por FUNDEM. Compartimos impresiones de este maravilloso jardín y agradecimos a nuestro anfitrión, Enrique, por hacer nuestra visita tan agradable.
Texto de Carol Hawes (traducido por Vicky Baldomero)
Fotos de Alan Hawes
Mayo 2016
L’Hort de Brutinel y el jardín de Jacqueline Charron en Alcoy
El fascinante jardín histórico de Brutinel ha sido descrito hace poco con todo detalle por Jacqueline Charron en su artículo, en la edición de abril 2016 de la revista MGS. También hay buenas fotografías y extractos del artículo en el sitio web del MGS. Para los miembros de nuestra sucursal y otros amigos interesados, Jacqueline obtuvo el permiso de visitar el jardín. Le dimos la vuelta guiados por algunos de los propietarios que representan las cuatro ramas de la familia Paya actualmente en posesión de la finca.
Nos dieron una calurosa bienvenida y luego nos llevaron dentro del jardín por la intricada terraza de abajo hacia la escalera que conduce al extraordinario invernadero y a los salones. Mientras andábamos bajo cedros centenarios, tejos y palmeras Trachycarpus fortunei, nuestros anfitriones recordaban tiempos de su niñez en que ellos y sus primos trepaban a los árboles.
El artístico y enorme invernadero fue seriamente dañado por la imparable crecida de las palmeras Trachycarpus fortunei, plantadas en su interior, pero fue magníficamente restaurado en 1997. Alberga ahora especies menos exigentes como plantas grasas, begonias y tradescantias moradas.
Luego pasamos al ‘pequeño’ salón, con sus estatuas y sus preciosas baldosas de estilo rococó que datan de 1900.
El artístico y enorme invernadero fue seriamente dañado por la imparable crecida de las palmeras Trachycarpus fortunei, plantadas en su interior, pero fue magníficamente restaurado en 1997. Alberga ahora especies menos exigentes como plantas grasas, begonias y tradescantias moradas.
La estancia siguiente contiene dos hermosas jaulas, ahora vacías, y conduce a un salón más grande, desde el cual salimos de nuevo al jardín. Vimos las otras terrazas y los rincones apartados del jardín, muchos de los cuales tienen detalles artísticos y espléndidas vistas sobre el jardín y la campiña circundante.
Nos llevaron a ver también parte de la antigua fábrica de papel, actualmente abandonado; fábrica que generó la riqueza necesaria para la creación del jardín por su dueño Vicente Brutinel, a mediados del siglo XIX.
Finalmente fuimos convidados a comer canapés con los miembros de la familia en el salón grande, donde había fotografías de anteriores miembros de la familia Paya. Estuvimos encantados de oír relatos de especiales eventos familiares del pasado, cuando se daban grandes fiestas y que las orquestas tocaban en las elegantes estancias.
Expresamos nuestra gratitud a nuestros anfitriones por su amabilidad al compartir su jardín y su tiempo con nosotros.
Como absoluto contraste con la atmósfera sofisticada de la mañana, pasamos la segunda parte del día en el cercano parque natural de la Font Roja donde Jacqueline tiene una casita y un jardín.
La Caseta del Fuster data de 1918. Jacqueline estuvo visitando a su anterior dueño durante muchos años, hasta finalmente poder comprarla y restaurarla, para usarla como retiro. Jacqueline pasa allí todo su tiempo libre disfrutando de la paz y de la naturaleza. Por lo tanto, fue para todos nosotros un maravilloso lugar donde disfrutar de un picnic que ella completó con deliciosa comida casera.
Posee una hectárea de terreno, cuya mitad inferior, alrededor de casa, esta plantada de forma libre con árboles (incluyendo frutales) arbustos, bulbos y orquídeas. La parte más alta sube por una cuesta empinada llena de pinos y olivos, y es mucho más asilvestrada. Por ello, es frecuentada por animales salvajes como zorros y otros.
Sin embargo, la pasión dominante de Jacqueline son los pájaros que visitan su jardín, o alimentarse o para criar. Ella tiene un gran número de cajas nido, algunas siendo utilizadas regularmente por sucesivas generaciones de la misma especie. Dos veces el año el ornitólogo del parque natural viene anillar los pájaros en su jardín. Nuestra visita coincidió con una de sus visitas primaverales, cuando anilla los pollitos de las cajas. Tuvimos el privilegio de ver, e incluso de tocar, algunos bebés carboneros de dos semanas de edad.
Jacqueline nos dio a todos una copia de una guía ilustrada de 20 páginas sobre los pájaros y las mariposas que visitan su jardín. En ella describe sus experiencias y observaciones durante los últimos diez años y ofrece información sobre cómo atraer y cuidar a los pájaros visitantes. Es a la vez interesante y divertida, y constituye el recuerdo perfecto para nuestra visita a su retiro natural.
Todos pensamos que hemos disfrutado un día maravilloso y estamos muy agradecidos a los que lo hicieron posible.
Texto de Carol Hawes (traducido por Jacqueline Charron)
Fotos de Alan Hawes (excepto cuando se indique lo contrario)
Abril 2016
Visita al espacio natural de Casa Tápena, cerca de Onil, provincia de Alicante
El 9 de abril, un grupo de socios visitó el primer centro de desarrollo sostenible de la Comunidad Valenciana. Este interesante proyecto se basa en la creencia de que cada uno puede jugar un papel en el intento de ralentizar el cambio climático y el deterioro del medio natural. Para demostrar la viabilidad del desarrollo sostenible se han creado cuatro zonas distintas, utilizando plantas acostumbradas al clima y a los suelos áridos de la provincia de Alicante.
La zona agrícola muestra los cultivos tradicionales de la región como almendros, olivos y vid, junto a árboles frutales (cerezos – membrilleros – granados y variedades de cítricos). También hay un pequeño huerto de verduras que se alimenta de forma ecológica y que produce verduras típicas como tomates y pimientos.
El jardín mediterráneo pretende demostrar que es posible crear un jardín sostenible, apacible y hermoso, utilizando sobre todo plantas indígenas que necesitan poca agua y pocos cuidados.
La zona húmeda, que rodea el nacimiento y las balsas donde se almacena el agua de riego, contiene muchas especies, sobre todo las adaptadas a este ecosistema que incluye grandes sauces, chopos y Prunus, así como pinos.
La zona forestal ocupa una amplia superficie de terreno por encima de la Casa Tápena, y ofrece paseos sombreados por áreas boscosas que muestran ejemplares de Celtis y carrascas en medio del pinar.
También hay un gran laberinto de cipreses podados que hace las delicias de las familias que vienen a disfrutar de las instalaciones del lugar. Estas instalaciones comprenden un bar, mesas para comer al aire libre, barbacoas, fuentes de agua potable, áreas de juego para niños, e incluso una zona de acampada.
Nuestro paseo empezó con un café en el bar, después del cual nos encaminamos hacia la restaurada Casa Tápena que domina el jardín mediterráneo y el valle más allá.
En este punto vimos también un enorme Arbutus unedo, quizás centenario, y algunas carrascas muy grandes. Luego entramos en la zona húmeda por un camino a la sombra de imponentes Pinus halepensis y P. Pinea, bajo los cuales vimos matas de Genista scorpius, de Ulex espinoso y de Santolina verde.
Al final de esta zona, llegamos al manantial que riega los jardines. En el pasado, pasaba primero por un lavadero antes de ir a caer a la balsa.
Al final de esta zona, llegamos al manantial que riega los jardines. En el pasado, pasaba primero por un lavadero antes de ir a caer a la balsa.
Pronto nos volvimos a encontrar cerca de la casa donde entramos el jardín mediterráneo, muy atractivo y bien cuidado. Por los senderos sinuosos hay parterres separados por setos bajos y con especies de árboles que dominan grupos de variedades arbustivas bajas como Juniperus, Lentiscus y coscojas (Quercus coccifera). Algunos de grupos de matas estaban en pleno floración, como la Coronilla y el romero. Entre los árboles, había muchos pinos, altos cipreses y ejemplares de Celtis australis, pero también vimos algunas rarezas como una subespecie de Quercus ilex que viene del Norte de España. Nos llamó la atención un Tamarix gallica de follaje azulado. Observamos que todos los parterres estaban cubiertos con espesas capas de corteza o de guijarros, demostrando la importancia de mantener el suelo húmedo.
Desde la parte baja del jardín mediterráneo, se puede ver la zona agrícola con su diseño regular de huertecitas de frutales rodeando un área central con bancos. Aquí, está expuesta una interesante información describiendo los diversos cultivos y como se producían en el pasado, así como sus sistemas de riego.
Después de ver esta zona, llegamos al laberinto y a sus bancos de bienvenida al lado de un bello estanque con surtidores. Agradecimos el sentarnos un rato a la sombra de otros Celtis australis antes de volver a la zona de picnic cerca del bar. Allí disfrutamos de una buena comida y de la oportunidad de hablar de lo que habíamos visto.
Después, aquellos que se quedaron dieron una vuelta por la campiña cercana para admirar algunos de los enormes árboles que dan un encanto muy especial a esta zona agrícola.
Texto de Carol Hawes (traducido por Jacqueline Charron)
Fotos de Alan Hawes
Abril 2016
Visita al jardín de Carol y Alan Hawes en la zona agrícola de Crevillente y el jardín de Anna Gevers cerca de Almoradí
La cita tuvo lugar al sur de la Costa Blanca, en la fértil y bien irrigada Vega Baja. Los dos jardines están rodeados por plantaciones de naranjos y esmerados cultivos de hortalizas. Ambos dependen de los aportes regulares de agua de riego, aunque los métodos son distintos. El primer jardín recibe agua de calidad, que puede llegar a las zonas elegidas y también a un depósito para servir al riego por goteo. En cambio, el segundo jardín recibe una irrigación periódica, la cual inunda su totalidad con agua de peor calidad. Sin este aporte los árboles y los arbustos no podrían haber alcanzado su madurez en apenas 15 años de crecimiento, habiendo muchos de ellos salido de semillas. Ya hubo una visita a esos jardines en octubre. Una nueva visita primaveral nos permitió ver otras plantas en su apogeo.
Elizabeth Marriott nos confía sus impresiones del día.
“Fue nuestra primera visita al fabuloso jardín de Carol y Alan Hawes en Crevillente al sur de Alicante. Para otros miembros presentes era la segunda e incluso la tercera visita. Con un café de bienvenido y una breve proyección de fotos, Alan nos mostró la evolución del lugar desde su original aspecto de naranjal hace 11 años. Después de ese “aperitivo” entramos en “América” por un lecho de desierto salpicado de cactus y plantas grasas. Unas amapolas amarillas de California, auto sembradas, daban color primaveral al conjunto.
Inspirado por su visita a La Mortella de Ischia, Alan ha decidido cultivar plantas de sombra, y para ello ha construido un gran umbráculo con rosas trepadoras cubriendo la estructura. Eso supondría mucho trabajo, pero a Alan le gusta tener algún proyecto en mano. Nosotros estamos impacientes por conocer el resultado final, que sin duda será esplendido.
Después llegamos a una avenida de Melia azedarach alternado con rosales olorosos a sus pies. Alan nos explicó que cada año él poda estos árboles para formar un ancho toldo de densas hojas que dan sombra a la zona en verano.
Cerca, la encantadora silueta central de una maceta de cerámica azul luciendo un agave con franjas amarillas entre las flores azules de Convolvulus sabatius. Más allá la pérgola cubierta de varias especies de trepadoras exóticas.
Cruzamos la pérgola y pasamos por el área de trabajo con sus composteros, su almacén de leña y la caravana donde Carol y Alan vivieron tres años mientras planificaban su jardín soñado. Cassias, grevilleas y callistemons anuncian la entrada a “Australia” seguidas por una plantación de eucaliptos cultivados a partir de semillas. Al volver entramos en “África”, explosión de flores primaverales con muchos aloes y gazanias.
Con platos traídos por todos disfrutamos de un delicioso buffet en la terraza, antes de ir en coche al jardín de Anna Gevers, cerca de Almoradí. Está rodeado de cultivos agrícolas y de los restos de cosechas hortelanas, pero cuando entramos en el jardín por el lateral de la casa, vimos una sorprendente riqueza hortícola.
Aunque debilitada por la gripe, Anna nos contó, con ánimo, como ella y su marido empezaron a plantar una gran variedad de especies, hace 15 años. Algunas solo sobrevivieron unos años, pero hay todavía 70 especies de árboles, numerosos arbustos y l8 palmeras diferentes. En 2007, un jardín de plantas grasas empezó a tomar forma y ya contiene muchos cactus grandes. Anna explicó que un riego correcto para cada planta era la mayor dificultad en el mantenimiento del jardín. Recibe regularmente agua para regarlo, pero esta agua está salada y a algunas plantas no les gusta. Tampoco les va bien la profundidad de la inundación, así que es necesario tener mucho cuidado con el riego.
Muy ligeramente ordenado, el jardín de Anna es rectangular con árboles, palmeras y setos formando sus límites. Hay un ‘césped’ central de Mesembryanthemum cordifolium.
En el medio del jardín una línea de callistemons florecidos separa la zona de ‘césped’ de las plantas grasas y de los cactus.
Dos jardines muy inspirados para un maravilloso día. Nuestro agradecimiento para Carol, Alan y Anna, quienes lo hicieron posible.”
Texto de Elizabeth Marriott y Carol Hawes (traducido por Jacqueline Charron)
Fotografías de Guy Marriott
Febrero 2016
Paseo botánico con Pedro J. Moya por las dunas de Santa Pola en el sur de la Costa Blanca
El pasado 27 de febrero, trece miembros y amigos se reunieron en un bar junto a la playa en el extremo sur de Santa Pola antes de visitar el cercano Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Aquí, los altos niveles de salinidad y el viento junto con un suelo muy pobre y arenoso sólo permiten sobrevivir a las plantas más resistentes.
Más alejada del mar, se pueden ver árboles como Pinus halepensis y el pocas veces visto Tetraclinis articulata crecer en dunas estables rodeadas por áreas más abiertas donde las plantas más pequeñas, como Helichrysum stoechas subsp. stoechas (Helichrysum decumbens), Sedum sediforme, erodium y Centaurea seridis subsp. maritima (Centaurea maritima) luchan con la arena movediza. Más cerca del mar, en condiciones más húmedas, aparecen bulbos como alliums y asfodelos, y justo al lado de la playa el viento sólo permite prosperar al resistente Eryngium maritimum y a Lotus creticus, de muy bajo crecimiento.
A continuación, nos dirigimos hasta el faro de Santa Pola, que está situado en una formación geológica más inusual - una meseta de piedra caliza, que es un atolón de coral fosilizado bien conservado, formada hace unos seis millones de años. Las rocas desnudas y la exposición al viento hacen muy difíciles las condiciones de crecimiento aquí, pero el hinojo gigante (Ferula communis), Gladiolus illyricus, Anthyllis cytisoides y Coronilla juncea crecen bien.
Con el fin de ver un hábitat completamente diferente con su comunidad vegetal contraste, nos dirigimos en coche a la base de la línea de acantilados en la que se encuentra el faro. En las faldas reconocimos algunas de las plantas observadas anteriormente entre las dunas, con la adición de la atractiva Phlomis lychnitis con flores amarillas.
Desde aquí subimos hacia uno de los estrechos valles escarpados en el que el agua de lluvia cae desde arriba. Aquí, al abrigo del viento y el sol, en ese ambiente más húmedo, encontramos muchas plantas florecientes que se observan con mayor frecuencia en el interior, como Chamaerops humilis, Ceratonia siliqua (algarrobo), Quercus coccifera y Pistacia lentiscus, cubierta por Clematis cirrhosa y una pequeña lathyrus con flores de malva. Era difícil abrirse camino a empujones por las ramas fuertes y todas las plantas eran verde y exuberante - un mundo diferente, sin embargo, sólo unos pocos cientos de metros de distancia de los áridos paisajes que rodean el faro y las bajas dunas detrás de la playa cercana.
A pesar de que tiene lugar en uno de los días más fríos y ventosos de un invierno por otro lado inusualmente suave, este paseo resultó ser muy agradable, y proporcionó una excelente ilustración de los diversos ecosistemas que coexisten en estrecha proximidad en esta zona tan interesante geológicamente. Gracias, Pedro, por compartir con nosotros tu amplio conocimiento de las plantas de esta zona.
Texto por Carol Hawes
Traducción por Begoña Díez Martín
Edith Haeuser ha retomado la sucursal MGS Costa Blanca con el apoyo de John Danzer. Ambos comparten esta iniciativa para volver a la actividad de la sucursal. Durante su infancia en Suiza la relación con su abuelo fue decisiva en su temprana vocación jardinera, su amor por las plantas y por la botánica.
Dedicada profesionalmente a la enseñanza del inglés, y con gran interés por la diversidad linguística de esta costa, aprecia el cosmopolitismo del territorio. Después de dos años viviendo de nuevo en Suiza entendió como le faltaban la luz y los perfumes del Mediterráneo, y claro está, sus amigos en la Costa Blanca.
Junto con su marido tiene ahora un jardín pequeño muy cerca de la reserva natural al lado sur de Jávea. Está fascinada por la biodiversidad riquísima en torno a la cuenca mediterránea y ha elegido también para su segundo jardín en España muchas plantas autóctonas, sobre todo para reflejar la vegetación de esta región alrededor de su casa, pero también teniendo en cuenta el cambio climático que se ha acelerado de manera dramática en unos pocos años.
John Danzer es un diseñador de productos y fundador de la empresa Munder Skiles, una empresa de treinta años explorando/investigando, diseñando y produciendo muebles de jardín. John y su cónyuge Chip Allemann ahora trabajan juntos, viviendo en Madrid y en Javea, España. Han renovado su casa y el jardín en Jávea/Xàbia para poder disfrutarlo y también como lugar donde exponer sus colecciones y diseños. Desde sus salas madrileñas de exposición gestionarán también sus cuatro salas de exposiciónes en Estados Unidos, la producción en Costa Rica, Tanger y Vietnam. En los EE. UU., John es un Fellow of the Garden Conservancy and Advisory Council of the Cultural Landscape Foundation. En mayo 2022 fue galardonado el Arthur Ross Award for Artisanship y Craftsmanship por el Institute Classical Architecture y Design.
La Asociación de Jardines Mediterráneos, la MGS en sus siglas ingleses, es para ellos la mejor manera de aprender qué plantas son adecuadas para este microclima sin que haya un despilfarro de agua. Acaban de volver de un viaje maravilloso a Marruecos organizado de manera perfecta por Angela Durnford, la jefa de la sucursal italiana, para miembros de la MGS.
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